Por Hugo Rodríguez Bernal
Ahora que en Chile se acerca una importante elección política es necesario recordar algunas cosas de nuestras clases de Educación Cívica, de aquella parte de la Educación, que nos enseña que lo aprendido en el colegio después se lleva a la vida personal y sin necesidad que alguien lo recuerde con frecuencia uno lo practica cotidianamente, ya lo llevamos en el “disco duro” personal, los valores republicanos que nos inculcaron nuestros profesores hace tiempo y que aceptamos y los hacemos nuestros porque estamos claros que así debe ser.
Quería comentar las razones lógicas e históricas, debido a que no se ha inventado un sistema político mejor que la Democracia hasta el momento. Lo que no quiere decir que en el futuro pueda alguien crear otro sistema que efectivamente deje a todos contentos y conformes. Porque en eso, ni la Democracia sirve, siempre hay alguien que no quedó conforme y que usa la Democracia solo cuando le conviene, imposible dejar a todos contentos, pero si a la mayoría. “Mayoría Manda” dicen los niños en sus elecciones de juegos, y así debería ser siempre. Es absurdo que mande la Minoría, por muchas razones que se tengan.
En la Grecia Antigua, las ciudades o Polis estaban separadas y cada una tenía su forma de gobierno, un poco a su pinta. Hubo “Monarquías” con un rey al frente del gobierno como Esparta, verdaderas dictaduras “legales” tiranías para parte de su población oprimida por la otra parte, solo que esta polis, Esparta, tenía dos reyes simultáneamente y el terrible dominio de la clase alta, los espartiatas, sobre el resto de la población.
Las “talasocracias” polís con dominio de los marinos, donde la navegación y el comercio eran fundamentales. Las “Teocracias” donde los sacerdotes manejaban los finos hilos de gobiernos donde la religión es muy importante, cualquier religión, aún hoy en el siglo XXI D.C. hay numerosas teocracias en el Mundo, muchos países musulmanes principalmente.
Las “Gerontocracias” gobierno de los mayores, de los ancianos, muchísimas tribus indígenas americanas tenían su Consejo de Ancianos, aquí en Chile, también. “Más sabe el Diablo por viejo… que por diablo”.
Las Repúblicas vienen de Grecia antigua, de Atenas, la Gran polís del Ática, la de Pericles y los filósofos que le dieron sentido a la vida y a la POLÍTICA es decir al arte de gobernar bien la Polis. Aunque la expresión Res Pública es del idioma latín romano y quiere decir “Asunto del Pueblo”…… aquí aparece la bella expresión política del “Primus inter Pares”……el “primero entre sus iguales” como se entiende al jefe de Estado en una República.
En las Monarquías europeas y orientales, los reyes tenían carácter divino y eran diferentes en todo con respecto sus súbditos, incluso tenían la Sangre Azul, tan diferentes se consideraban.
En la República No. El Jefe de Estado es un igual a los demás, su única virtud es ser elegido por votación popular y saber desde un principio la fecha precisa en que dejará de ser Jefe de Estado. Todos los ciudadanos tenían derecho al voto y eran iguales ante la ley… y son “ciudadanos” de una república, no “súbditos” de un rey, otra gran diferencia.
No faltará quien piense que sería mejor un rey que dure mucho tiempo ante que una serie de gobernantes irrelevantes y de corta duración. En Atenas los cargos de gobierno solo duraban un año. Con más tiempo se conocen muy bien los mecanismos internos del manejo de dineros y otros bienes del Estado.
La Democracia implica también Respeto, como un valor esencial de la vida republicana, respeto por todas las opiniones, nos gusten o no. Disputas solo verbales entre quienes no están de acuerdo en algo, jamás la fuerza o la violencia de cualquier tipo, va a significar una victoria política a ningún partido o grupo de opinión.
En la Europa renacentista existió un escritor y político italiano, de la época en que Italia estaba dividida en pequeños estados, era Nicolás Machiavello, autor del Tratado del Príncipe, libro básico para los dictadores y tiranos, donde “El fin justifica los medios” o sea, no importa cómo se logren las cosas, por las buenas o por las malas, lo importante es que se logren. Y así funcionaron las Monarquías absolutas de los siglos XVI, XVII y XVIII en Francia, Rusia, España, Portugal y las dictaduras del siglo XX en la mayor parte de América Latina.
Todo lo contrario trae La Ilustración del siglo XVIII desde Francia para el Mundo, Libertad, Justicia, Igualdad y Fraternidad, es decir los Derechos esenciales del Hombre. Juan Jacobo Rousseau y su libro “El Contrato Social” y “El Espíritu de las Leyes” de Montesquieu, que enseña la división de poderes del Estado, “para que el poder detenga al poder” y la democracia sea efectiva y activa.
Una enfermedad de la Democracia es la corrupción, llamada antiguamente “politiquería” difícil de enfrentar, para eso se creó años atrás la Contraloría General de la República, pero no ha sido suficiente con los cambios de los tiempos. Solo la Educación puede enfrentar esta y otras situaciones, pero son soluciones a muy largo plazo y mientras hay quienes calladamente, sin que se note mucho trabajan para remediar esta situación. Lo más importante es votar, cada quien verá por quien, pero la participación cívica es muy necesaria en una Democracia, incluso, para mejorarla y corregirla. Después que no critiquen, los que no votaron y todo lo encuentran mal.
Sería muy importante NO reelegir a diputados, o senadores que de inmediato se presentan de nuevo, aprovechando la publicidad natural de sus actuales funciones, en desmedro de los nuevos candidatos, poco conocidos aún, le haría bien a la Democracia, ya tuvieron su oportunidad. Después si, pasado un período parlamentario, si podrían ser nuevamente candidatos, claro que esto es solo una opinión y no la receta final del bienestar mundial.