Por: Hno. Ángel Gutiérrez Gonzalo
Muchas son las guerras y conflictos bélicos de diverso origen que se han sustentado en las religiones para llevarse a cabo, como la Guerra santa musulmana o Hihad (Jihad), las Cruzadas medioevales, la Reconquista de España. Estas últimas fueron un conjunto de campañas de tipo militar que se desarrollaron entre los siglos XI y XIII y que tenían como objetivo el que los ejércitos cristianos recuperaran el control de Tierra Santa y su centro en Jerusalén.
Existen distintos tipos de religiones. Las Monoteístas que creen en un solo Dios, creador de todas las cosas, como el judaísmo, el cristianismo y el islam. Las religiones “politeístas” sostienen que existen distintos dioses, los que pueden ubicarse en un cierto orden jerárquico, como el hinduismo o las antiguas religiones paganas egipcia, griega y romana y las creencias americanas.
Las religiones monoteístas tienen un origen común, desde la Creación o génesis, con Adán y Eva, sus hijos y descendientes en el paraíso terrenal, pero luego del pecado de la desobediencia de los primeros padres, estos fueron expulsados del paraíso terrenal, conocieron el trabajo cansador, la mujer tendrá que parir sus hijos con dolor y por último viene la muerte. Pero Dios en su “infinita bondad” les dio una esperanza, algún día del futuro vendrá a este Mundo un “Mesias” un enviado de Dios, al que hay que obedecer sin la menor duda en todo lo que indique. Para los cristianos el Mesías es Jesús, pero muchos no creyeron esto, los judíos especialmente, y siguen, aun hoy esperando la llegada del anunciado Mesías. En cambio para los musulmanes, su “mesías” es Mahoma, el profeta, el último profeta, el sello de los profetas, después de él, ninguno más.
Mahoma nació en el año 570 después de Cristo en la Santa ciudad de la Meca, en Arabia, quedó huérfano siendo niño y se dedicó al trabajo en las caravanas de camellos que cruzaban el desierto arábigo cargados de mercaderías de distinto origen, trabajo extenuante y peligroso. Se casó tiempo después con una viuda rica y la vida le cambió por completo. El año 610 tuvo tiempo para meditar y pasear por las cercanías de su ciudad, la Meca y entra en una caverna a refugiarse del Sol y en su interior encuentra al arcángel Gabriel, el mismo de la anunciación de María la Virgen 610 años antes. “Solo Alá es Dios y Mahoma es su profeta” fue el saludo del ángel al espantado Mahoma. Gabriel explica a Mahoma los designios de Alá y durante diez años le dicta cada una de las suras (versos o versículos) de que se compone el libro sagrado el Corán. Cinco obligaciones tienen quienes pertenecen al Islam, es decir el “Pueblo Escogido”, sus seguidores son los musulmanes, “pueblo Resignado”
Deben orar cinco veces cada día inclinados sobre su alfombra de un metro cuadrado, mirando en dirección a la Santa ciudad de la Meca.
Dar limosna a todo aquel que lo requiera. Visitar por lo menos una vez en la vida la Santa ciudad de la Meca y efectuar los ritos en la Kaaba, el cubo sagrado donde se encuentra la “piedra negra” y un pelo de la barba de Mahoma. Ayunar en el mes del Ramadán, el mes sagrado de los musulmanes y participar si fuera necesario de la guerra Santa, esto es la lucha para defender el Islam.
En el año 620 Mahoma inicia la prédica del Corán en la Meca y no le fue muy bien, se enemistó con algunos comerciantes que veían amenazada su estabilidad, estos se organizaron y planearon atacar al profeta, este decidió huir hacia la ciudad de Medina, dando origen a la Hégira, la huida de Mahoma, año 1 del calendario musulmán. En Medina Mahoma logró lo que no logró en la Meca, preparó a sus seguidores y reconquistó la ciudad de la Meca en el año 630 y luego muere en Medina en el 632.
En esos tiempos los árabes, ansiosos de tener una identidad propia, tomaron fuerza con el Islam y propagaron esta nueva religión monoteísta por el sur de Asia y el norte de África, convenciendo a enormes cantidades de personas de las bondades de esta religión, generalmente por buenas razones, pero también con la expansión forzada con la jihad esa guerra santa, que llevó a los guerreros musulmanes hasta España donde estuvieron desde el año 711 al 1492 y no pusieron convencer a los españoles ni por las buenas ni por las malas. En las luchas por la reconquista cristiana de España se destaca don Rodrigo Díaz de Vivar, el Mio Cid campeador.
El color verde, el feriado semanal los viernes, el mes sagrado del Ramadán, las mezquitas como templos. La creencia de que todos los actos están preestablecidos por Alá, es decir Dios. Esa es la creencia en la predestinación, contraria al Libre Albedrío de los católicos. Sin un clero oficial. Divididos gravemente entre musulmanes chiitas y sunitas, que están mezclados en varios países como Irak (la antigua Mesopotamia) y Siria.
Por eso cuidado cuando digan “ojalá” esto quiere decir “quiera Alá” aunque en el fondo es casi lo mismo, la filosofía y la moral, con algunas pocas diferencias es muy parecida. El Islam es mucho más machista que el cristianismo, que también es machista. Ellos pueden tener hasta cuatro esposas. Estos países musulmanes son verdaderas “teocracias” no separan el poder del Estado de la religión, así los líderes políticos son también líderes religiosos. Hay sultanes, emires, califas y pachás.
Famoso es Harum al Rashid el gran Sultán de Bagdad en época de Carlomagno en la Francia medioeval, junto a Aladino, Simbad y Alí Babá es uno de los personajes de las “Mil y una noches” relato de cuentos (algunos historias reales) fantásticos, con seres extraños y poderosos, ogros, genios, derviches, lámparas maravillosas, alfombras voladoras, etc. La vida cotidiana en el Mundo musulmán difiere del nuestro pero también tiene su encanto y su atracción. Prohibidísimo el vino y todo licor, no hay borrachos en estos países y tampoco robos como acá. Si una hormiga se detiene sobre un pequeño guijarro… Alá la ve.
Salam Aleykum