Crónicas de los tiempos: La Bella Habana Vieja

Crónicas de los tiempos: La Bella Habana Vieja

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Por Hugo Rodríguez Bernal

Ahora vamos a Cuba a la Habana en la isla más grande del Caribe, no deja de tener su morbo, la curiosidad de esta isla algo enigmática, tan atacada por unos y tan defendida por otros. La línea aérea COPA nos lleva desde Santiago a la ciudad de Panamá donde está su centro y luego de una breve espera de unas dos horas ya estamos volando sobre el Caribe para aterrizar en el aeropuerto internacional José Martí y las primeras imágenes de Cuba. Desde las ventanas del avión vemos una especial revisión al personal de tierra de la línea aérea efectuada por agentes del estado cubano. Tiempo después vemos revisiones parecidas en otros aeropuertos del Mundo.

Cálida, muy cálida la recepción climática en la Habana mucho calor y nosotros que encontramos que el calor de Los Andes en verano es espantoso. Hay peores, no lo digo por la Habana, sino que por muchos lugares de mucho más calor y otros muy fríos. Pero cuando se viaja uno va mentalizado al lugar correspondiente, sabe que en Cuba hace mucho calor y la mente está predispuesta a aceptarlo.

En Cuba el turismo se inicia en la capital, la Habana, una de las ciudades más antiguas de América que presenta una muy atractiva mezcla de arte, pintura, literatura, arquitectura, deportes, bailes y muy especialmente la Música, en cada esquina, en cada rincón hay un grupo de músicos con guitarras, bombos, marimbas, las maracas, panderos, acordeón, bongos, palos de lluvias, etc. Los estilos musicales y de bailes, variados y muy populares no solo en Cuba, en toda América, Rumba, Salsa, Pachanga, Son, Cha cha chá, Mambo, todos estos ritmos tropicales cautivantes, hermosos y que no dejan a nadie quieto con solo comenzar a sonar.

Cuba tiene una cultura vibrante en todas partes. Los autos antiguos, reflejos de una época de esplendor que bruscamente se apagó y han sido mantenidos como sea. En el resto del Mundo ya no corren, en Cuba sí. El aroma de los Habanos, esos grandes puros de tabaco puro, recuerdan esas épocas brillantes de esplendor cuando Cuba era el paraíso de los poderosos empresarios de Estados Unidos que venían a la isla a hacer todo lo que no se atrevían a hacer en su país.

El Tropicana presenta todas las noches un espectáculo digno del Molino Rojo o el Lido de París, solo que aquí es al aire libre y de noche, bailes, canto, coreografía, vestuario, magia, cenas y tragos, estupendo, muy bueno, entretenido.

Cuba fue la primera isla grande de las Antillas descubiertas por el propio Cristóbal Colón en 1492 solo que la Habana se funda en 1514, en la costa norte de la isla hay pocos accidentes geográficos notables, uno de ellos es una gran bahía algo cerrada por el lado norte, es un puerto abrigado lejos de corrientes marinas y vientos normales. Pero no lejos de los terribles huracanes que de vez en cuando arrasan con parte de la isla. Las autoridades coloniales españolas establecieron aquí en la Habana los edificios principales de gobierno a partir de 1592.

Dos de los barrios más atractivos son la Habana Vieja y Centro Habana, que corresponde al casco histórico antiguo, donde se emplazan los monumentos y edificios de arquitectura colonial. El Vedado es un barrio menos antiguo con restaurantes, hoteles, centros de esparcimiento, teatros, parques. El Vedado era antes un barrio “vedado” al cubano común, donde estaban las mansiones de la antigua alta sociedad y de gente norteamericana antes de la revolución de 1959.

Las primeras calles fueron Calzada y Diecisiete. En Miramar también algo de buen gusto y elegancia.

La Habana es la ciudad de mayor población en todo el mar caribe, capital y centro económico, cultural y comercial de Cuba.

La Habana Vieja posee una gran cantidad de museos, monumentos, galerías de arte, parques, restaurantes, iglesias, es un poco como Bellavista de Santiago, San Telmo en Buenos Aires o Lapa en Río de Janeiro, es el barrio al que acude mucha gente. Es un barrio muy activo que acoge a los turistas con gusto y con cariño y no solo para obtener los Euros, (porque los dólares no se permitían) Igual aparecerán personas que fácilmente identifican a los turistas para pedirles dulces, para los niños, porque en el reino principal del azúcar, no hay una fábrica de dulces. O lápices pasta, dentífrico, jabones, desodorantes, cuadernos. La gente muy amable y gentil. Con los extranjeros se atreven a criticar un poco a su gobierno, pero entre ellos nada.

El casco antiguo es también conocido por la hermosa catedral de San Cristóbal de la Habana, una de las iglesias más antiguas de América y muy cerca el restaurante “la Bodeguita del Medio” conocida por los “mojitos” y por Ernest Hemingway la hace famosa por sus visitas, pero también estuvieron ahí Agustín Lara, Gabriela Mistral, Pablo Neruda y Salvador Allende, en distintos momentos y distintas circunstancias. Linda Cuba, Linda La Habana.

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