Por Hugo Rodríguez Bernal
Uno de los épicos viajes efectuados hace algún tiempo, nos llevó a la solemne y colosal República de China popular, la Gran China, la Super China, tan enigmática, tan diferente a lo nuestro, pero sobre todo misteriosa y con un crecimiento económico sorprendente desde que al gobierno comunista de ese país se le ocurrió actuar en lo global al estilo liberal capitalista en el plano económico pero no en el aspecto político, donde sigue aun con sistema de partido único y con libertades restringidas. Pero nosotros los chilenos pudimos transitar con calma, libertad y cierta prudencia por muchos espacios que el común de los chinos no puede hacerlo.
Pero en la larga Historia de la China encontramos importantes “Prohibiciones”, la más conocida es la Ciudad Prohibida, en el centro mismo de la capital Peking o Beijing, que significa Capital del Norte, a diferencia de Nanjing, que es la capital del Sur. La Ciudad Prohibida es un Super Palacio enorme, de características extremas de grandeza, en parte de madera, con incrustaciones de metales, mármol y otras cerámicas, llamado en idioma Mandarín, “Palacio de la Suprema Armonía”
Desde el siglo XV mas o menos 1450 hasta 1919 los grandes Emperadores chinos fueron 24 los que habitaron este gran palacio, solos con sus numerosas concubinas y un ejército de “eunucos”, es decir hombres operados para no tener sus órganos sexuales y ser los cuidadores y vigilantes del Palacio.
Hay ahí numerosos pabellones, con oficinas, salones, bibliotecas, salas de estudio, comedores, cocinas, templos budistas, establos, corrales, estanques, enormes murallas en las que predomina el color rojo, favorito de los superticiosos chinos, igual que el número 9 nueve. Creen en una Armonía numérica en torno al nueve y a los números impares, en la Ciudad Prohibida hay 9.999 estancias y los grandes portones en los muros que miran la plaza de Tian nan Men tienen 81 clavos 9×9.
Entre los pabellones, grandes patios de piso bastante irregular, eso ahora, que han pasado los siglos. Ahí los ejércitos formados con sus vestuario multicolor presentando homenaje al Emperador o Venerable Buda, un verdadero dios viviente. En invierno el frio es muy fuerte, tienen unos braseros muy grandes para entibiar un poco el ambiente y junto a escaleras anchas miran al piso superior donde se ubican el emperador y las autoridades budistas, militares y civiles.
Junto a las escalas un par de Leones de ceño rabioso, un macho con su pata derecha sobre un globo y una leona que bajo su pata protege a un cachorro.
Dragones y estatuas del Ave Fénix, la que muere y luego renace de sus cenizas son frecuentes también en este super palacio. Varias figuras son los Protectores del tejado. Nunca un plebeyo tendría ni la más mínima posibilidad de entrar a este suntuoso palacio prohibido para el común de la gente, solo importantes ministros y funcionarios de gobierno tenían acceso a sus instalaciones y en la noche, solo el Emperador y sus concubinas.
La puerta de acceso está justo al frente de la Plaza de Tian Anmen, una de las más grandes del Mundo, incluye varias manzanas y en total 880 x 500 metros cuadrados. Ocurre en esta plaza, todo lo bueno y lo malo de la política china, las protestas por una mayor democracia, aplastadas en 1989, con numerosos detenidos y desaparecidos hasta el día de hoy.
En la parte sur se encuentra la Torre Qianmen, llamada también Zhengyangmen, que acoge un museo de Historia de Beijing. En los lados este y oeste la plaza se encuentra rodeada por dos imponentes edificios, que son el Museo Nacional de China y el Gran Palacio del Pueblo, la sede del gobierno actual de China.
En el centro de la plaza se levanta el Monumento a los Héroes del Pueblo, un obelisco de granito de 38 metros de altura que presenta inscripciones de los más destacados líderes comunistas chinos.
En la actualidad el gobierno chino se preocupa de que los jóvenes estudiantes y las personas mayores conozcan y recorran los sitios históricos de China, incluida la Gran Muralla.
La emperatriz Tsuchi (Cixi) gobernó China la mayor parte del siglo XIX llamada la Venerable Buda o Emperatriz Viuda, usó oscuras maniobras para quedarse con el poder y extrema severidad en su gobierno, fue madre del único hijo del emperador anterior y eso la elevó en su calidad de sexta concubina al segundo lugar en orden de importancia. Época decadente, los ingleses introdujeron el opio y los chinos cayeron fácilmente en el vicio. Odiaba a los extranjeros, movió a los Boxer, terroristas de su tiempo. Famosa la película 55 Días en Peking, con las embajadas sitiadas. Mandó construir un barco de mármol, solo para entretenerse. Con razón vino una revolución que transformó China en República, casi democrática con Sun Yat Sen como el primer presidente de China. Tiempo después la Revolución comunista de Mao Zedong 1949 hasta la actualidad.
Pero la China actual es moderna, poderosa, algo atrevida y cautelosa. Grandes edificios, ciudades hermosas, empresas transnacionales, autopistas, trenes sorprendentes, todo lo que hay en occidente, en China también, poco a poco van camino a ser la primera potencia Mundial. Ahhhh y una importante atracción por los turistas occidentales.