«Es la catástrofe más grande y silenciosa que nos ha golpeado”, afirmó Víctor Catán, presidente de la Asociación de Agricultores de Los Andes.
“Dirigente calificó de acertada la decisión de la ministra de Agricultura de esperar algunos días para declarar la emergencia agrícola a la zona.
Pérdidas estimadas en 200 millones de dólares al sector agrícola del Valle de Aconcagua fueron las dejadas por las intensas lluvias y granizos que precipitaron durante el paso del sistema frontal el último fin de semana de enero, resultando afectados directamente más del 50% de los productores que sufrieron daños considerados de medianos a graves.
Así lo expuso Víctor Catán, presidente de la Asociación de Agricultores de Los Andes y del Programa Estratégico Regional (PER) Fruticultura Sustentable de la Región de Valparaíso, conforme a los antecedentes e información recibida y el catastro efectuado.
A su juicio, la magnitud de lo acontecido producto del evento climático “es de las catástrofes más grandes y silenciosas que nos ha golpeado como agricultura, sobre todo del Valle de Aconcagua, y creo que mucha gente ni siquiera se lo imagina. Por eso le hago un llamado a todos los agricultores a tener mucha fuerza, pero también necesitamos la ayuda del gobierno y de la banca para poder salir adelante”.
Mencionó que el complejo escenario no está solamente reflejado en el monto económico de lo que se ha perdido, sino que también repercute en puestos de trabajo, inversión, comercio y servicios, “porque la agricultura es el motor de las provincias de Los Andes y San Felipe”.
Por ello, el dirigente valoró la declaración de emergencia agrícola realizada el jueves para la zona por el Ministerio de Agricultura y que incorporó a la totalidad de Aconcagua.
“La comunicación la recibimos en forma oficial y de lo que estábamos un poco en conocimiento, con la diferencia que se esperó un par de días porque se incluyeron todas las comunas, ya que inicialmente estaban consideradas solo algunas de las provincias de Los Andes y San Felipe, lo que fue una decisión acertada de la ministra María Emilia Undurraga”.
SE VERIFICARON MÁS DAÑOS CON EL PASO DE LOS DÍAS
Comentó que esto obedeció a que los perjuicios se fueron acrecentando a medida que transcurrieron las jornadas. “Muchos parrones, mucha uva, que inicialmente los agricultores no se percataron de los daños, al pasar de los días advirtieron que sí tenían y que no eran menores”.
Acotó que si bien los principales perjuicios fueron a la uva de exportación, también sufrieron los efectos los duraznos, “a los que el granizo hizo bastante daño en sectores de San Esteban, Calle Larga y Santa María. En cuanto a los nogales no se ve daño aparente, pero sería más cauto y esperaría un poco porque a veces se ve cuando se cosecha; y respecto a cultivos de hortalizas, lamentablemente hay quienes perdieron todos sus tomates”.
Catán señaló que la encuesta realizada lamentablemente no alcanzó a incluir a todos los agricultores afectados, particularmente a aquellos que se percataron después que también tenían daños en sus producciones, razón por la cual a través de Fedefruta se llevó a cabo otro catastro que finalizó el viernes.
DISPOSICIÓN DE FONDOS DE EMERGENCIA
Indicó que los alcances de la declaratoria de emergencia agrícola se enmarcan en la destinación de recursos con lo que se acudirá en apoyo, “ya que para este tipo de casos se pueden disponer de los fondos de emergencia que tiene el Gobierno Regional, que no son pocos. Si bien el número de afectados es muy alto, con esos recursos podemos atender las necesidades de los agricultores de menor envergadura, como de la agricultura familiar campesina, por lo demás permite reasignar gastos en otras entidades, como Indap y Prodesal”.
Respecto a los pequeños, medianos y grandes productores agrícolas, dijo que se está trabajando en otro ámbito a través de la Corfo. “Por ejemplo, el programa Fogape 2 tiene créditos con aval de la corporación en cualquier banco, pero tenía pagos mensuales, sin embargo, la agricultura no tiene ingresos mensuales y entonces lo que se hizo fue hablar con la banca para poder programar pagos anuales”.
El presidente de la Asociación de Agricultores de Los Andes espera que el compromiso de recursos y programas se materialice a la brevedad para ir en apoyo lo más pronto posible de todos los afectados.