Los contaminantes en el hogar afectan principalmente a niños y adultos mayores.
Los vehículos y las industrias son fuentes de contaminación reconocidas y apuntadas cuando se trata de encontrar responsables por la mala calidad del aire y sus efectos sobre la salud de las personas. Menos consciencia existe de los importantes niveles de contaminantes que se pueden encontrar dentro de los hogares por el humo de cigarro, exceso de vapor en las cocinas y la calefacción a combustión.
La Dra. María Guacolda Benavides, especialista en enfermedades respiratorias de Clínica Universidad de los Andes, explica que la contaminación intradomiciliaria afecta a todas las personas, pero especialmente a niños, adultos mayores y quienes padecen de alguna enfermedad respiratoria o cardíaca crónica.
“Los contaminantes en el hogar pueden provocar irritación de las vías respiratorias, aumentando las mucosas nasales y conjuntivales, favoreciendo la descompensación de las patologías respiratorias y/o cardíacas en aquellos pacientes que la padecen, por ejemplo, quienes sufren de asma o enfisema”, detalla la especialista.
Consejos para no fomentar la contaminación en el hogar en la época de invierno:
> Evitar uso de calefacción contaminante, como a leña, carbón o parafina. Privilegiar la calefacción eléctrica, que es más limpia.
> Si no existe otra opción que recurrir a un sistema de calefacción contaminante, no usarlo en espacios muy cerrados.
> Preocuparse de hacer mantención periódica a sus sistemas de calefacción y calefón.
> Ventilar las habitaciones.
> Humedecer los paños con los que se sacude y con los que se limpia el suelo, para no levantar tanto polvo al efectuar el aseo.
> No fumar dentro de la casa, ni siquiera en patio o terrazas.