Por Mariela Mellado Díaz, Ingeniero en Prevención de Riesgos
Estos días de frío intenso es normal que mantengamos encendidas más horas nuestras estufas, calientacamas u otros sistemas para calefaccionar nuestros hogares y lugares de trabajo, pero ¿sabemos en qué condiciones se encuentran? o ¿cuáles son los riesgos que pueda presentar cada uno de ellos?
Existen algunas recomendaciones muy importantes para prevenir accidentes en la utilización de estos artefactos. En el caso de la estufa a gas, el principal riesgo de estos aparatos es la inflamación y/o intoxicación por monóxido carbono, debido a daño en manguera de conexión o mal ajuste del regulador. Para minimizar problemas es recomendable utilizar flexibles metálicos (por ningún motivo mangueras de jardín) y al momento de cambiar el cilindro de gas utilizar una mezcla de jabón líquido y agua con el fin de detectar fugas. También realizar mantención anual y nunca dejar la estufa encendida al dormir. Si al ingresar a una habitación detecta olor a gas, ventile inmediatamente abriendo puertas y ventanas.
En las estufas a parafina, producto de una mala combustión pueden ocasionar una intoxicación química, por lo que se recomienda realizar mantención anual, cambiar la mecha de quemar y si tiene dispositivos eléctricos llevarla a un servicio técnico para su revisión. Recuerde mantener una buena ventilación y nunca encender o apagar este tipo de calefactores al interior de hogar.
Para estufa pellets y leña, estos calefactores al tener tiro directo al ambiente no presentan riesgo de intoxicación, pero son los que presentan mayor riesgo de quemaduras por contacto. Se debe realizar mantención anual a cámara de combustión y ducto de salida, además de contar con protección para niños para evitar el contacto.
Y para quienes prefieren las eléctricas, al no tener combustión no emiten gases ni polución. No obstante, el riesgo se presenta en un posible cortocircuito. Por ellos aconseja realizar mantención anual y una inspección visual previa al uso con el fin de detectar fallas eléctricas o deterioro de enchufes y cable. No sobrecargue los enchufes y verifique que la red eléctrica esté en condiciones y que soportará la potencia de la estufa.
Otro artefacto muy utilizado estos días es el calienta cama. El riesgo en este tipo de artículos es un posible corto circuito. Para prevenir accidentes de este tipo debemos utilizarlo lo más extendido posible (sin pliegues), y colocar siempre entre el colchón y la sábana de abajo (nunca directo al cuerpo), al momento de dormir apague y desenchufe el calientacamas, revisar en forma periódica controles y cables. Estos artefactos tienen una duración de 5 años aproximadamente, por ende, para guardarlos debe hacerse en bolsa plástica bien cerrada para evitar la absorción de humedad y respetar el doblez original de fábrica para proteger la estructura del calefactor.
Ya sea que utilice estufa a parafina, gas o catalítica enciéndala en el exterior y espere al menos 15 minutos antes de entrarla, mantenga encendida solo por unas horas y ventile diariamente las habitaciones.