Por: Maite Rodríguez, académica Escuela de Química y Farmacia U. Andrés Bello
Para muchos, en verano la exigencia es lucir una tonificada figura y, para ello, las personas acceden a numerosos productos para lograr el efecto inmediato, como los quemadores de grasas.
Muchos de éstos contienen fármacos que pueden llevar consigo un efecto adverso vasoconstrictor lo que provoca cefaleas en aquellas personas que lo consumen irracionalmente.
Entre los fármacos o sustancias mayormente encontrados en este tipo de productos, figura la cafeína que, además, de actuar en el metabolismo, produce vasoconstricción y presenta efectos a nivel de los sistemas cardiovasculares, respiratorio y gastrointestinal (normalmente actúa como laxante). Una ingesta excesiva puede provocar incluso una intoxicación, con síntomas como insomnio, nerviosismo, excitación, cefalea, aumento de la diuresis y problemas gastrointestinales.
Otras sustancias ampliamente usadas en los productos quemadores de grasa son: teofilina, efedrina, yohimbina, capsaicina, etc. Todas ellas pueden producir dentro de sus efectos adversos problemas cardiovasculares y sensaciones de ahogamiento, contracciones musculares, entre otros.