«Es justo y necesario, dar las gracias. Hoy como comunidad parroquial de Santa Rosa de Los Andes, queremos rendir homenaje, a una parroquiana nuestra, que tiene la bendición de cumplir nada menos, que 100 AÑOS DE VIDA. . . 100 años de amor, de entrega generosa, de devoción por Dios y con la gracia de Él, estar sana y perfectamente lúcida.
Nos referimos a la SRA. ISMILDA MILENA FERNÁNDEZ QUEZADA, a quienes todos conocemos como MILENITA O SRA. MILENA.
Ella nació el 21 de Abril de 1921, sus Padres fueron la Sra. Isabel Quezada Villa y Don Cupertino Fernández Calderón. Se crió e hizo sus estudios en Los Andes, siendo soltera se desplazó temporalmente para desarrollar actividades laborales en Viña del Mar, regresando para formar matrimonio con Don Domingo Vásquez Fernández, del cual nacieron sus hijos Rosa Isabel y José Domingo.
Fiel creyente de Jesucristo y de la Iqglesia, es devota de la Virgen del Rosario, concurriendo desde su juventud cada jueves a un sitio de oración, ya sea iglesias o grutas donde se le rendía culto.
Cuando sus hijos crecieron, dispuso de mayor tiempo, sintiendo el llamado de la Virgen y de Santa Teresita de Los Andes, para concurrir a prestar servicio en las Pastorales de la Iglesia, comenzando por integrar la pastoral de ayuda hospitalaria, concurriendo regularmente al hospital, a brindar su ayuda física y colaboración fraterna y espiritual, donde muchos enfermos la recibieron agradecidos en momentos que ellos se encontraban limitados o incapacitados, además de mal anímicamente, ayudando a su recuperación.
Posteriormente descubrió un nuevo rumbo, para ayudar espiritualmente a los hermanos y llevar la luz de la iglesia, cumpliendo así con lo que ella percibió como el mandato de Dios: Ve y ayuda a los enfermos y a los encarcelados. Muchas personas privadas de libertad por la justicia de los hombres, recuerdan agradecidos sus cariñosos consejos cristianos, que les ayudaron a enmendar sus rumbos en la vida. En la pastoral carcelaria se mantuvo activa hasta hace dos años (hasta los 98 años).
Hoy Milenita, cumple 100 años, y nos alegramos por ello, por su lucidez y sus ganas de vivir, siempre dispuesta a responder a los desafíos. Hoy, por la pandemia, desde su casa y acompañada por su querida hija y por su adorada cuñada Inesita , y a la distancia por su hijo (quien no vive en la zona) está siempre presente espiritualmente con la pastoral y con cada una de sus compañeras y especialmente con su querido Padre Mauricio, a quien ha acompañado por más de 30 años, llevando el mensaje de Jesús, a las cárceles de la V Región.
100 años… un siglo… guerras, pandemias, decenas de terremotos, la mayoría de los amigos de infancia ya partieron… 100 años en que no todo fue color de rosas, sin embargo, supo salir adelante y ser feliz. 100 años de alegrías, de formar familia, de dejar un legado y seguir vigente, lúcida y clara más que muchos hoy en día.
Hace 2 años atrás, le escribió una carta al Santo Padre Francisco y una autoridad eclesiástica de entonces, trató de invalidar su testimonio sin conocerla siquiera, pero ella misma se encargó de dejarle en claro, que su sentido común y lucidez, eran los más aptos para hablar, escribir y reflexionar con la sabiduría que tienen, los que hacen de su vida el evangelio.
Hasta antes de la pandemia, siempre participó de la Misa Dominical, siempre en la primera banca, a veces llegaba un poquito tarde y entraba con su bastón por el centro del templo, pero su asiento, allí estaba, porque es muy querida por los andinos. Durante años, vivió a media cuadra de nuestra parroquia, en la misma calle Santa Rosa.
Es justo y necesario, dar gracias a Dios, por el siglo que Milena cumple hoy y hacerla sentir querida y respetada por su servicio a la comunidad, no tan solo cristiana, a creyentes y no. Hasta hace poco, era habitual verla caminar por el centro, haciendo sus compras, apoyada de su bastón.
¡Feliz cumpleaños querida Milenita. Que Dios, te conceda vida, salud y amor durante muchos años más!»