Por: Estanislao Muñoz.
Debo dejar en claro que yo no vivo en Curimon, por lo cual el tema de la cárcel no me toca ni en forma física ni visceral, pero me quedaron dando vuelta las razones, explicaciones, motivaciones y demases que dieron las autoridades y las fuerzas vivas de la comunidad, las cuales merecen todo mi respeto y amistad, pues todos somos conocidos y amigos. Y recordé ,que en un trance similar, al Padre Baldo Santis, ese italiano, muerto hace un año, que cuando quiso poner la clínica para enfermos terminales de sida, fue rechazado en varias comunas por la comunidad. Me dirán que no es lo mismo y lo acepto. Varias cosas salen a la luz frente a este hecho, una de ellas es la tremenda desconfianza de los ciudadanos con sus autoridades y reparticiones estatales, pues dicen que hoy dicen una cosa y mañana otra. Se decía para 50 reos de la zona en cárcel-escuela, para llegar a 200 con internos del sector. Y aquí nadie le creyó a nadie y la experiencia de Colina, mal implementada y peor llevada a cabo, sirvió de detonante, pues allí la comunidad fue pasada a llevar. Pero se nos olvida que lo malo se puede revertir y mejorar si hay una comunidad local activa. No son blancas palomas los sujetos en cuestión, pero son parte de la sociedad que construimos y de alguna manera hay que hacerse cargo y no mirar para el lado. No se barre la basura para tirarla debajo del catre, ni debajo de la alfombra, ni en el patio trasero de la casa. Hay que reciclar y ello se hace con creatividad y audacia, también con dinero, pero si no hay lo anterior, nada sale bien. El reciclar es volver a la vida algo inservible y usado y hacerlo útil para él y para la comunidad. Lo otro suena a, comodidad, falta de visión, egoísmo, no tener ni dar esperanza, es quedarme en mi metro cuadrado donde nadie me moleste. Hay seres que clarísima mente nos molestan: los mendigos insistentes, los lavadores de autos de la plaza, los limpiaparabrisas en el semáforo, pero mientras no los miremos y tratemos como seres humanos iguales a nosotros, no los haremos cambiar y nosotros no cambiaremos tampoco. Weon iluso me dirán, idealista, aterriza pelotudo, etc. etc. Quien creía en el Hogar de Cristo en sus comienzos, en Un Techo Para Chile, en América Solidaria, en la Teletón y otras muchas más… Para el día de San Francisco, la comunidad cristiana de Curimon llevara sus perritos, gatitos, pajaritos y cual animalejo tengan para ser bendecidos, pero habremos dejado a otros animales afuera, y eran seres humanos. Me dirán que se portaron como animales, pero son seres humanos diré. También nosotros hemos tenido actitudes de animales, pero no nos han pillado, ahí puede estar la diferencia. Yo no tengo autoridad ni moral ni de la otra para apuntar con el dedo a otros, ni a hacer críticas en forma personal a los que difieren de mi forma de pensar. Siempre lo he dicho:” Yo no tengo la verdad, solo tengo la inquietud”. Pues yo también tengo culpa, pues no supe levantar con fuerza la voz cuando debía, ni mi comunidad cristiana-católica tampoco y quedaran esos animales, para el día de San Francisco, sin bendecir y sin oportunidad. Y como en los atentados en Paris, cuando se pusieron de pie, pasado el susto y dijeron:”Todos somos Paris”, aquí nos pondremos de pie y diremos: “Todos somos una mierda”. Y Jesús que es el más catete e hinchador que conozco, nos seguirá diciendo: “Estuve preso y no me fuiste a ver”, y agregara a su evangelio: “Estuve preso y no me diste otra oportunidad”. (Mateo 25,36). Y Francisco, que también es puntudo nos dice : “Cuando la vida interior se clausura en los propios intereses, ya no hay espacio para los demás, ya no entran los pobres, ya no se escucha la voz de Dios, ya no se goza la dulce alegría de su amor, ya no palpita el entusiasmo por hacer el bien”.
P.D. Le recuerdo a la comunidad católica de Aconcagua que el domingo 13 de diciembre se inicia “El Año de la Misericordia, que durará hasta noviembre del 2016.