DE FILÓSOFOS Y POETAS LECCIONES DE LA VIDA

DE FILÓSOFOS Y POETAS LECCIONES DE LA VIDA

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Por: José Alberto López Álvarez, Profesor de Castellano-Magíster

Un preso acusado de matar a un guardia de prisión fue ejecutado en Texas el pasado jueves 12 de octubre a una hora de que la Corte Suprema estadounidense desestimara su última apelación. Robert Pruett, de 38 años, sostuvo que era inocente hasta el final de los sucesos que culminaron con la muerte por apuñalamiento del guardia de prisión Daniel Nagle en 1999. Aunque varios compañeros de prisión declararon entonces en su contra, las pruebas materiales de que hubiese estado directamente involucrado en este asesinato nunca fueron concluyentes. Más aún: con certeza explícita aseveró en todo momento haber sido víctima de una artimaña montada por agentes corruptos y otros reclusos quienes, además, obtuvieron favores por declarar en su contra. Sus abogados, hasta último momento, argumentaron que los testimonios de los presos eran contradictorios. Culpable o no de este asesinato que le costó la vida, Robert Pruett, en sus últimos momentos, recordó su vida y emitió palabras dignas de meditarse por constituir lecciones de vida.

Recordó que a los 7 años comenzó a consumir narcóticos y a venderlos en la escuela primaria como producto de su abandono y desesperanza por tener una madre adicta a las drogas y un padre a menudo encarcelado. Aunque era menor de edad, fue internado en una prisión para adultos experimentando horrores casi indescriptibles. A los 15 años fue arrestado por supuesta complicidad en un homicidio perpetrado por su padre. Fue sentenciado entonces a 99 años tras las rejas, de acuerdo con una controvertida ley de Texas que imponía una sanción idéntica al principal autor de un homicidio y sus cómplices.

Cumpliendo esta “cadena perpetua”, a los 20 años fue acusado del asesinato del guardia de la cárcel que le costó la vida; desde el 2013, Pruett logró escapar repetidamente de una ejecución programada, exigiendo análisis de ADN sobre la ropa, el arma del asesinato y su siempre insistente declaración de inocencia. Todos estos análisis no fueron concluyentes y no probaron la presencia de Pruett en la escena del crimen. En la prisión escribió una autobiografía y parte de la misma fue publicada en la revista Current Affairs.

Sus declaraciones antes de ser ejecutado, de acuerdo a la transcripción entregada por el Departamento de Justicia Criminal de Texas, constituyen desde el punto de vista filosófico lecciones de vida. He aquí algunas: “He hecho daño a muchas personas y muchas personas me han hecho daño a mí”. “La vida no termina aquí, sigue para siempre. Tuve que aprender lecciones de la vida de una manera muy dura. Un día no habrá necesidad de hacerle daño a la gente.” “La pena de muerte debiera ser abolida porque niega la posibilidad de que una persona pueda regenerarse”.

Sin duda, fuertes y profundas palabras de lecciones de vida. Usted…¿qué piensa?

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