Por: José Alberto López Álvarez, profesor de Castellano-Magíster
De blanco, ante 70 invitados, champagne, fotógrafos, música de fondo, un magnífico banquete, una fiesta y una torta nupcial coronada por una única figura: la suya. Así fue la ceremonia de “matrimonio” de Laura Mesi, una italiana de 40 años, quien tras toda una vida de búsqueda del hombre soñado y de una decepción, decidió contraer matrimonio consigo misma. Y es que cumplía una promesa a su familia y amigos. Si antes de los 40 no encontraba a su alma gemela, se casaría consigo misma. Al ser entrevistada por la BBC manifestó que su intención era dejar claro que, más allá de la “pizca de locura” necesaria para organizar un evento de este tipo, su verdadera intención era enviar un doble mensaje a sus amistades: “Antes de nada, debemos amarnos a nosotros mismos”, y “se puede vivir un cuento de hadas sin príncipe azul”.
Antes de ella su compatriota Nello Ruggiero, también de 40 primaveras, reunió a su círculo más cercano de amigos en Nápoles para celebrar sus nupcias sológamas. En la ceremonia expresó unos votos que penetraron en la mente de sus invitados: “Nunca amaré a nadie como me amo a mi mismo”. El amor a uno mismo es lo más hermoso que le puede pasar al ser humano”. Y concluyendo su discurso, lanzó un juicio fulminante digno del más exhaustivo tratado filosófico: “sólo amándose a uno mismo se puede alcanzar la tranquilidad interior”.
Los dos casos anteriores no son aislados. En la ciudad texana de Houston, EEUU y a la misma edad que sus pares italianos, Yasmin Eleby decidió también celebrar una ceremonia oficiosa para “convertirse en mujer de sí misma”; la inglesa Sophie Tanner, de 35 años protagonizó un evento ostentoso en la ciudad de Brighton para casarse consigo misma después de una profunda reflexión. “No tengo que estar esperando a que llegue “esa” persona porque “esa” persona soy yo. Ya encontré a la persona indicada”, manifestó.
Ante este situación in crescendo, ya están surgiendo agencias automatrimoniales y aunque para los cánones oficiales el compromiso no tiene validez legal, cada vez más la soltería es la opción de vida de millones de personas en el mundo; hoy por hoy son más de 277 millones de personas que viven sin pareja. Según los sociólogos se trataría de una moda o fenómeno de carácter internacional cuyas causas hay que investigar seriamente.
¿Es esto producto del trauma de tantas desavenencias y sufrimientos del matrimonio clásico a veces impuesto, consumado ya sea por pasión, por interés, por necesidad o con una buena intención pero coartado por una incompatibilidad de carácteres? ¿La sologamia es efecto de la poca tolerancia y la agresividad mutua que las nuevas generaciones no están dispuestas a soportar? El no permitirle al otro su espacio vital, la carencia de un proyecto común de vida, la búsqueda de lo perfecto, el efecto demoledor de los años, la propia inmadurez sicológica, el egocentrismo, han derrumbado ilusiones, han congelado la tibieza de la ternura, llegando incluso a la aniquilación física tanto de varones como de mujeres. Creo que la sologamia es la reacción generacional lógica hacia tanta desilusión y amargura de muchas generaciones de hombres y especialmente de mujeres. Usted…¿qué piensa?