Dejar hacer… dejar pasar

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«Laissez – Faire* Laissez – Passer»

Eugenio Astudillo Leal

En plena revolución inglesa, en la mitad del siglo XVIII, Adam Smith, filósofo y economista escoses, considerado; por algunos, cómo el padre del libre Marcado, popularizó las teorías del “Laissez – Faire”; en español “Dejen Hacer”, la que es parte de una frase francesa de pensamiento económico que dice “Laissez – Faire* Laissez – Passer” , que en general significa “Dejen hacer, Dejen pasar”, y que hoy es una práctica doctrinaria operativa – económica que se caracteriza en que el Estado se abstiene de direccionar, instruir e intervenir directamente en las decisiones economía de los individuos de un país, y deja que ellos decidan y tomen sus propias acciones de inversión y riesgos, limitando al Fisco, a solo regular con leyes y normas, la buena convivencia económica, financiera y de producción del país, mejorando con eso, la asignación y el mejor uso de los recursos públicos y privados, asegurando a la vez, la disposición necesaria de bienes de consumo básicos para toda la población, favoreciendo con esto, que no haya límites máximos y mínimos en la regulación de precios, y que todo se rijan, por la Ley de la oferta y la demanda

El liderazgo administrativo Laissez-faire, también es de tipo más liberal, cuyo principal objetivo es crear un equipo que pueda trabajar de manera independiente, sin que el líder tenga que intervenir constantemente en sus acuerdos o decisiones. En estos casos, el Jefe asume un papel más pasivo, pues, aunque él determina las metas y objetivos a conseguir y facilita los recursos para que se llegue a ellas,  los trabajadores o colaboradores tienen una gran libertad y poder de decisión para llevarlo a cabo, a su pinta, pero con resultados igual o mejores al esperado, gracias al aporte de ideas libres del equipo de trabajo.

Todo lo descrito del “Laissez – Faire * Laissez – Passer” es para que entendamos con claridad la influencia del concepto en todos los comportamientos anteriormente explicados, y que se refieren al campo de esas teorías o técnicas económicas o administrativas. Y en ningún caso a comportamientos sociales o vecinales, comunes y normales, a veces, con características especiales, como todas las medidas tomadas por el tema de evitar la propagación del coronavirus, en donde, solo tenemos que obedecer todas las disposiciones, tal como las solicita la autoridad sanitaria, Aquí no corren el “Dejar Hacer * Dejar Pasar”, y todos deben entender que esas son “órdenes” que se deben cumplir con máxima rigurosidad. Hoy, como país enfrentamos este gran problema de propagación del virus, porque la gente nueva insiste en interpretar las ordenes a su pinta, y no cumple con las autoridades y las leyes piden.

Hoy estamos frente a una pandemia, que afecta a niños, jóvenes y viejos en formas casi iguales. A los niños se les debe preparar y documentar sobre la ocurrencia de estas pandemias, ahora y para su futuro, para que no los sorprendan tan desvalidos como ahora a nosotros. A los viejitos, o adultos mayores, recordarles como fue la cosa en la época del movimiento militar del 1973, y el respeto estricto que merecían las órdenes que la autoridad militar emitía para normalizar el país. Y por último, a ellos, a los nuevos ciudadanos que recién comienzan sus vidas públicas o privadas, que vienen marcados; entre otras cosas, con las nuevas doctrinas del “dejar hacer – Dejar Pasa, REORIENTARLOS en el concepto, en su forma positiva, aclarando principalmente que no todo en la vida se puede hacer a la pinta de uno, y que a veces, es muy necesario ser disciplinado y respetuoso de las ordenes de la autoridad, como ahora, en el caso de todos contra el virus.

He resumido básicamente esta moderna teoría económica, de la ley de las ofertas y las demandas, y/o, la de libre mercado, en donde el ejecutante de la acción tiene aún la potestad de quitar o dar rigurosidad a una orden o encargo recibido, porque esas son las modernas reglas del juego del trabajo en equipo. Sin las influencias directivas de orden y dirección de las autoridades, porque estas son los principios económicos que abrazó el país hace años atrás, con el objetivo de darle un mayor y mejor dinamismo al Estado, equilibrando la balanza comercial, reduciendo la pobreza, etc., acciones, que con el tiempo crearon a muchos buenos emprendedores e inversionistas, que, con regulaciones más eficientes, y libertades económicas más liberales, lograron posesionarse en plenitud, en el mercado nacional e internacional. Y hasta aquí todo bien. Pero estamos en Chile, y el Laissez – Faire y Laissez passer, – “Dejar Hacer * Dejar pasar” – Más que ceñirla a la doctrina económica y administrativa que las originó, se debe tener claro, que no tienen otra eficacia probada, o valor, en cosas en donde la dirección directa y el efectivo control, son estrictamente necesarias para el éxito de una buena gestión, como lo son ahora, en estos momento, el irrestricto respeto a todas las disposiciones sanitarias contra la propagación del Coronavirus, tal como lo indica la autoridad de Gobierno, en forma real, estricta y sin discusión. Pero, ellos, los ahora modernos, insisten, en que los dejen interpretar y ejecutar esas instrucciones a la pinta de ellos, llevándolas a un mal cumplimiento, lo que nos ha hecho fracasar en la contención del virus Covid 19, situación que nos tiene entre los diez primeros países más contaminados del mundo.

Y todo eso por tratar todas las cosas a nuestra pinta. En el uso de las mascarillas, el respeto al toque de queda, la cuarentena, etc. Y al final de todo culpamos al Estado o al Gobierno.

Seamos responsables queridos muchachos. Existen cosas que hay que hacer hoy contra él virus. No “Dejar Hacer” todo a la pinta nuestra. El “Dejar pasar” y no cumplir las instrucciones, nos llevará pronto al cementerio…. Ahí ya no podremos hacer nada a la pinta.

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