Por: Dr. Denis Panozo Villarroel
Es increíble presenciar lo vertiginoso que es el avance tecnológico, que es producto de grandes inversiones que realizan las megas empresas en investigación para lograr mejorar cada día los productos que están en el mercado, cuyo “objetivo” es facilitar nuestras labores tanto en nuestras casas como en el trabajo, idealmente para “ mejorar nuestra calidad de vida”.
En todo este desarrollo tecnológico se destaca el de las comunicaciones que ha masificado el estar “comunicado”, a través de los computadores y de los celulares que cada día están más sofisticados, lamentablemente esta nueva fuente de presión provoca un cansancio mental, que va sumarse a la tensión y stress diario que por ende va a desmejorar aún más nuestra salud mental.
El estar permanentemente disponible a recibir un llamado, whatsapp o un mensaje email, no nos permite tener la capacidad de concentración plena en la labor que debemos estar ejecutando, más aun se ve interrumpido a cada momento por la música de los celulares o los sonidos avisando que tiene un mensaje, estas distracciones a parte de causar un deterioro en nuestro quehacer va causando un cansancio mental que lleva al final en un estado depresivo con episodios de crisis de angustia y pánico.
Los que trabajan diariamente frente a un computador, se tientan a chequear a cada momento su correo electrónico para ver si hay nuevos mensajes personales, ver noticias o peor ponerse a jugar, nace una angustiante obsesión que se suma al estrés laboral.
Debemos aprovechar toda la nueva tecnología pero con la prudencia adecuada, es decir que no altere nuestra intimidad, nuestro espacio, tiempo de trabajo, de reposo y principalmente el de las vacaciones.
Para lograr este objetivo hay que establecer pautas, por ejemplo todo trabajador que no necesita por su labor estar disponible a ser llamado, debe tener su celular en silencio o apagado y solo revisar su móvil cuando tenga su tiempo libre. Ahora si pertenecemos al grupo que debe estar disponible y necesitamos un tiempo para meditar, planificar o para estar atento en una reunión, apaguemos el celular. Esto permitirá aprovechar al máximo esa desconexión y luego revisaremos y seleccionaremos los llamados recibidos. Las personas que trabajan frente al computador deben revisar al inicio y al final de su labor su email personal.
Ahora en nuestras horas de reposo y principalmente de vacaciones debemos tener apagado el celular, y solo revisarlo al final del día junto al email. Valorizar en demasía los mensajes a costa de gastar tu tiempo, estas atentando seriamente tu salud mental y tu convivencia con tus seres cercanos.
Padres no permitan que sus hijos derrochen todo el tiempo en este vicio electrónico, hay que destinar un tiempo limitado en vuestros hogares, no toleren que se encierren en sus piezas y estén horas diurnas y nocturna desgastando sus neuronas y el compartir familiar.
Por último, debemos tener presente que nada reemplaza al contacto personal, que entrega riqueza espiritual y permite la transmisión de sentimientos, es claro y evidente que nuestra ganancia emocional no viaja vía ondas.