Por: José Ramón Toro Poblete, profesor Liceo Max Salas Marchán
Esta última exhortación Apostólica del Papa Francisco entregada el 19 de marzo del 2016, es una visión magistral de la Misericordia y del Amor Conyugal, a la luz de la familia contemporánea. Pero, para entender esto, le invito lea algunos antiguos textos, para que constate la evolución del magisterio sin renunciar a su esencia de lo que es la esencia del amor. Así encontrará razón al mea culpa histórico que hace el Papa Francisco del quehacer y visión del hombre y la interpretación de la realidad en su tiempo. Pero, ¡atención!, quiero que tenga presente un principio de juicio moral que dice “No hay mayor injusticia que juzgar el pasado con criterios del presente y, juzgar el presente con criterios del pasado”…, eso téngalo presente al leer lo que le presento a continuación.
(…)”la Iglesia muchas veces ha sido rechazada, como si fuera enemiga de la felicidad humana. Benedicto XVI recogía este cuestionamiento con gran claridad; “La Iglesia, con sus preceptos y prohibiciones ¿no convierte acaso en amargo lo más hermoso de la vida? ¿No pone quizás carteles de prohibición precisamente allí donde está la alegría? (…) Y, continúa, citando al Papa Benedicto XVI diciendo; “no han faltado exageraciones o ascetismos desviados en el cristianismo, la enseñanza oficial de la Iglesia,… no rechazó el Eros como tal, sino que declaró la guerra contra su desviación destructora”(…) Veamos algunos antecedentes históricos.
En la filosofía persa de Zoroastro (siglo VII a.C), se postulaba que el espíritu estaba encarcelado en la materia (cuerpo) y la sexualidad era un principio negativo que había que soportar y tolerar. Los discípulos de Pitágoras (s.VI a.C.) cultivaban la pureza del cuerpo (sexualidad) para cultivar el alma. Platón distinguía dos placeres y el placer sexual lo ubicaba entre los placeres inferiores. Mas tarde Aristóteles que también postulaba el placer superior e inferior, hizo ninguna mención como placer inferior al sexual sino que sumó uno nuevo llamado Tacto considerándolo en el último peldaño de los placeres inferiores, es decir; el placer más indigno. Otra corriente, el Estoicismo consideraba toda pasión como irracional pues los sentimientos eran el peor enemigo del hombre, la virtud y la razón. La pasión solo se podía justificar con un fin y bien racional por lo tanto la relación sexual solo se justificaba en orden a la procreación.
Con esta brevísima mirada a la historia, queda por el suelo que el origen de la represión sexual es o haya sido causada por el cristianismo. Pero, sí no puedo ocultar que en los primeros siglos hubo corrientes que postulaban esta concepción dualista de la sexualidad que, en los cuatro primeros siglos del cristianismo eran sostenidas por algunas sectas como la de los gnósticos, los montanistas y maniqueos. Los montanistas con Tertuliano condenaban con rigurosidad las segundas nupcias, por ejemplo y, que el Concilio Vaticano II dio un giro tremendo en esta materia, expresando que el gesto sexual dentro del matrimonio no solo era en beneficio de la procreación sino de la unión entre los cónyuges, es decir, tenia una dimensión unitiva y no solo procreativa..
Le invito, vuelva a leer el segundo párrafo del presente artículo a la luz de la historia que le presenté de modo exageradamente sintético.
A continuación le expongo algunos pensamientos del Papa Francisco en su exhortación, con los números de párrafo para que, cuando tenga el texto, los pueda ubicar:
145 (…)”Experimentar una emoción no es algo moralmente bueno ni malo en si mismo”(…) Comenzar a sentir deseo o rechazo no es pecaminoso ni reprochable. Lo que es bueno o malo es el acto que uno realice movido o acompañado por una pasión”(…)
(…)”Hay personas que se sienten capaces de un gran amor sólo porque tienen necesidad de afecto, pero no saben luchar por la felicidad de los demás”(…)
148 (…)”De verdad se puede hacer un hermoso camino con las pasiones (..)en un proyecto de autodonación y plena realización de si mismo que enriquece las relaciones interpersonales en el seno familiar”(…)
149 (…)”Algunas corrientes espirituales insisten en eliminar el deseo para liberarse del dolor. Pero nosotros creemos que Dios ama el gozo del ser humano y que Él creó todo”(…)
150 (…)”Dios mismo creó la sexualidad, que es un regalo maravilloso para sus creaturas y, cuando se la cultiva y se evita su descontrol es para impedir que se produzca el empobrecimiento de un valor auténtico”(…)
151 (…)”La sexualidad no es un recurso para entretener, es un lenguaje interpersonal donde el otro es tomado en serio con su sagrado e inviolable valor”(…)
152 (…)”Entonces, de ninguna manera podemos entender la dimensión erótica del amor como un mal permitido o como un peso a tolerar por el bien de la familia, sino como un don de Dios que embellece el encuentro de los esposos”(…)
Dentro de los peligros que, el Papa Francisco plantea, le menciono solo dos:
153 (…)”En este época se vuelve muy riesgoso que la sexualidad también sea poseída por el espíritu venenoso del “usa y tira”. El cuerpo del otro con frecuencia es manipulado, como una cosa que se retiene mientras brinda satisfacción”(…) y,
154 (…)”dentro del matrimonio, la sexualidad puede convertirse en fuente de sufrimiento y manipulación. Por eso tenemos que afirmar con claridad que un acto conyugal impuesto al cónyuge sin considerar su situación actual y sus legítimos deseos, no es un verdadero acto de amor”(…)
La exhortación del Papa Francisco está llena de luces y de misericordia. Por ejemplo, lea bien esto:
243 (…)”A las personas divorciadas que viven en nueva unión, es importante hacerlas sentir que son parte de la Iglesia y que no están excomulgadas (…) para la comunidad cristiana no implica un debilitamiento de su fe y de su testimonio acerca de la indisolubilidad matrimonial, es más, expresa precisamente su caridad”(…)
Y, termino con las palabras de Jesús: ¡Vengan a mí los que están agobiados!
Que sea feliz