Por: Luis González Reyes – Francisco Rodríguez Arancibia,
Centro de Estudios Para Asuntos Docentes (CEPAD)
Los estudios sobre Gabriela Mistral son variados y abundantes, incluyéndose en ellos los que relatan su permanencia en Los Andes entre 1912 y 1918; sin embargo, escasos son los textos que se refieren a los ancestros y genealogía de la poetisa.
Uno de los pocos escritores que trata ese tema, y que se fundamenta en una larga y exhaustiva revisión de archivos y documentos, es el sacerdote Gerardo Papen, perteneciente a la Congregación de la Santa Cruz, quien desempeñara su apostolado en Calle Larga, localidad en la cual en el año 2013 celebrara 50 años de sacerdocio.
Impreso en el año 1989, el libro de Gerardo Papen “Una campesina llamada Lucila de María”, investiga en los ancestros étnicos de Lucila de María Godoy Alcayaga, quien tomase para sí el seudónimo de Gabriela Mistral. Las fuentes utilizadas por el escritor ya nombrado, fundamentalmente, –pero no siendo las únicas- son los archivos parroquiales, algunos tan antiguos como el de Vallenar de 1660, Barraza 1681, Copiapó 1960, Andacollo 1724, además de otros.
En una primera aproximación a la figura de Gabriela Mistral, Papen pone especial énfasis en la condición campesina de la poetisa: “vengo de campesinos y soy uno de ellos”, aun más, siente dicha condición rural como un privilegio “la infancia en el campo –que avergüenza como un vestido de percal a la gente cursi- la he sentido yo siempre y la considero todavía como un lujoso privilegio”. Al respecto, valga citar al fallecido escritor y profesor andino Luis Rojas Jélvez, quien en su obra “Lucila Godoy Alcayaga nació en el valle de Elqui; Gabriela Mistral, en Los Andes”, señala “en Coquimbito brotaba el olor a transpiración del campo chileno; y el patio de Gabriela tendía su cieno productivo y rodaba hasta besar el río, cultivándolo con flores y frutales bajo el espigado álamo de su huerto”.
De la investigación genealógica propiamente tal, es posible advertir que la identidad de Gabriela está signada por un proceso de mestizaje y cruces étnicos, del cual participan diaguitas, africanos (mulatos) y españoles. Sentado tal fundamento, y en términos puntuales, su ascendencia por línea paterna nos refiere, en primer término, a su padre Gerónimo Godoy, trotamundos, profesor y cantor; el padre del indicado –por consiguiente abuelo de Gabriela- era Pedro Joseph Godoy “mulato libre” quien contrajera matrimonio en 1819 con Josefa Barraza. En línea directa con los anteriores, Papen menciona a Tomás Godoy “esclavo natural del Valle de Elqui”. Finalmente, los antepasados del indicado Tomás son de apellido Guanchicai, sirviendo como ejemplo de esta rama Paula Guanchicai bautizada en 1696 en Guasco Alto (sic), quien era “india de encomienda”.
Por parte materna, la genealogía es más breve y algo incierta, planteándose el autor algunas hipótesis, pero con la certeza del origen español de los Villanueva.
De los innumerables tópicos que la poetisa abordó en su obra, como por ejemplo la naturaleza, el dolor, su misión pedagógica, su vínculo con siete presidentes de Chile y, siendo imposible –dada la necesaria brevedad de una columna- referirse a cada uno de los temas mistralianos, mencionemos sus raíces indígenas, son ellas y su interés en la reforma educacional las que le llevan a México y en carta a su amigo Pedro Aguirre Cerda –en 1923- le cuenta “voy a ayudar al Ministro Vasconcelos en la organización de las escuelas indígenas”; según Roque E. Scarpa, durante su estadía en Magallanes “la Mistral había empezado por interesarse en cosas y palabras mapuches”. Existe una foto y retrato del año 1918 en Los Andes publicada en la Obra de las historiadoras Natalie Guerra A. y Belén Fernández Ll., en la cual “Gabriela visualizaba todo su indigenismo”.
Es preciso concluir que la obra del sacerdote Gerardo Papen es casi desconocida, pese a lo documentado de sus fuentes. Habla como una verdadera autoridad en la materia, dándose la paradoja que en su estudio se revelan ascendientes que probablemente desconocía la propia poetisa.
De la misma congregación del padre Papen y, muy circunstancialmente relacionado con él, y en un lapso muy pequeño, vivió también en Calle Larga otro Gerardo, el sacerdote Gerald Whelan, licenciado en filosofía, educador y rector del Colegio Saint George de Santiago y gran defensor de los derechos humanos, fue quien ideó y creó el sistema de incorporar a niños de sectores vulnerables al colegio antes mencionado e integrarlos con los de una mayor condición social. Eso dio origen a la película “Machuca” del cineasta Andrés Wood. Ejerció brevísimamente como profesor de Religión en el Instituto Agrícola Pascual Baburizza de Calle Larga, siendo Rector Rodrigo Alvarado Moore, quien había sido su alumno en el Saint Goerge. Luis González Reyes, coautor de este artículo, fue Director del citado Instituto y testigo de la forma en la cual Gerald Whelan, presionado por organismos de la época, debió dejar sus clases. El acontecimiento descrito fue y ha sido prácticamente desconocido por la gente y las autoridades de dicha comuna y de nuestro valle, tal como la obra de Gerardo Papen acerca de Gabriela.