DESTREZAS

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Por: Dr. Denis Panozo Villarroel

Las habilidades sociales se definen como un conjunto de habilidades cognitivas y conductuales que la persona es capaz de integrar en un curso de acción para cumplir una meta o un objetivo interpersonal, de acuerdo a su contexto y a su cultura.

De esta manera, meta, contexto y cultura son los tres ejes centrales de este tipo de comportamientos. “Tiene que haber una meta interpersonal, es decir, la persona debe querer hacer algo con su conducta; ésta debe ser adecuada al contexto en que se desarrolla la interacción, y debe ser adecuada a la cultura en la cual esa persona se desenvuelve”. Sí la meta es, por ejemplo realizar una petición, el modo en que se haga debe estar acorde a los roles de quienes interactúan y, también, a las normas o patrones culturales. Una determinada petición en Japón, en Estados Unidos o en Chile va ser distinta, porque son culturas diferentes. En Japón si una persona va hacer una petición a alguien que es una autoridad, no lo mira a los ojos, la cultura implica que debe tener cierta postura gestual o corporal, es totalmente distinta de la que tendrán los norteamericanos, quienes son mucho más directos y claros en sus peticiones. Los chilenos, por otra parte, solemos ser bastante más indirectos. Formular una petición, escuchar a los demás, dar las gracias, expresar los sentimientos y saber decir que no, son sólo algunos ejemplos de habilidades sociales.

Somos seres sociales, necesitamos de los demás para vivir y, por lo tanto la construcción de la persona como tal, su identidad, es una construcción que se hace en la interacción social. Por esta razón, las buenas relaciones sociales y la capacidad de relacionarse con otros resultan fundamentales para el desarrollo sano de las personas. Se considera que la persona que posee buenas habilidades sociales es aquella que tiene una conducta asertiva, es decir, que es capaz de expresar lo que siente, lo que piensa o lo que cree de una manera clara, directa y adecuada al contexto en que se encuentra.

En las habilidades sociales, hay un ámbito central que se refiere a la expresión de las emociones. Los seres humanos tenemos esencialmente la capacidad de emocionarnos y de sentir, de ahí la importancia de expresar las emociones adecuadamente. La dificultad en la expresión de ciertos sentimientos se asocia en forma importante con el estado de salud. Sí no canalizamos adecuadamente nuestros sentimientos y emociones, esto se traduce en dificultades en el ámbito de la salud mental y muchas veces se expresa a través del cuerpo y es lo que se llama somatización, esta es una vía indirecta de expresión de las emociones.

Cuando la persona no es asertiva pueden darse dos situaciones: Una que tenga una inhibición de ciertas conductas, que le impide decir lo que piensa, expresar sus afectos, su cariño, etcétera. Esta inhibida y se guarda las cosas, por lo general son personas un poco tímidas y en el otro polo están quienes no se guardan las cosas, pero lo expresan mal, de una manera agresiva.

La familia y la interacción que se da al interior de ella es el hito fundamental para el desarrollo de las habilidades sociales y también es súper importante el contexto escolar, si en estos se estimula la participación, la cooperación y la solidaridad va a contribuir a generar destrezas en ese sentido.-

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