Por: René León Gallardo, Historiador e Hijo Ilustre de Los Andes
Con incredulidad, impotencia e indignación, la ciudadanía andina ha constatado la destrucción de la antigua, valiosa e histórica fuente ornamental, en fierro fundido, emplazada al centro de la pileta de la plaza. Los andinos estábamos orgullosos de ella. La fuente no tenía menos de 150 años y había sido obsequiada por el ingeniero británico Josué Waddington a la ciudad. No tenemos la fecha exacta de esta donación.
Quedan en evidencia varios factores: ausencia de cultura, la falta de educación de muchos, la indiferencia de las autoridades. La falta de vigilancia permanente en la plaza que en los tiempos actuales es una necesidad. Es cuestión de ver los rayados en el monumento al general San Martín. Hay una permisividad enorme para quienes andan en patinetas, bicicleta o patines. Los usuarios de patinetas y bicicletas, intentan trepar por los costados inclinados de los monumentos -más que centenarios-que honran a San Martín y O’Higgins. Así mismo, los escaños son desplazados a voluntad de cualquiera.
Solo queda que, de una vez por todas, las autoridades actúen enérgicamente. La destrucción de una fuente como esa, de importancia histórica, cuya importancia muchas veces fue relevada por Luis Rojas, antiguo secretario municipal, nunca fue escuchado. Ninguna autoridad actuó para repararla o restaurarla. Ojalá, ya no sea tarde. De lo contrario, la ciudadanía juzgará a las autoridades correspondientes por su inacción. ¡Hay que detener y castigar la acción de los vándalos!
Lo mismo es aplicable a la hermosa fuente de mármol -hoy sin agua-, donada a la ciudad por el alcalde Eliseo Palma en la década de los 30’s. Sin embargo, no se ve acción por parte de la autoridad para tener esa fuente en funcionamiento y a salvo de los vándalos. ¡Cuidemos nuestro patrimonio!
Puede ser que, para reemplazar a la fuente destruida, se recurra a la solución fácil que sería adquirir cualquier fuente, en hierro fundido, hecha en serie como los postes que adornan la mayoría de las plazas del país. Solicito a las autoridades, inviertan en restaurar la fuente destruida con el apoyo técnico de organismos del Estado especializados en monumentos de interés histórico-arquitectónico. Probablemente, se diga que esta solución sale cara. No importa, así se pagan los grandes errores y negligencias.
Por otra parte, las autoridades -desde hace bastantes años-, autorizan la instalación en los paseos exteriores de la Plaza de cuanta feria se requiera, con los consiguientes daños al principal paseo público. A todo ello, se une el robo y desaparición de los escaños del paseo ante la inacción de esas mismas autoridades que nada hacen para reponerlos y asegurar su existencia. Todo esto va en desmedro de la comunidad andina.
Parece de una ingenuidad rayana en la estulticia, el llamado hecho por la Municipalidad por Facebook, que expresa:
“Vecinos, hacemos un llamado a cuidar nuestras plazas, hoy con intervención de terceros, personas que intentaron trepar nuestra pileta. Debido al peso, se cayó la estructura. A esta hora se hace el retiro para evitar accidentes. Los instamos a cuidar los espacios públicos de todos los andinos”.
“Hacemos un llamado a denunciar este tipo de hechos”.
Lo que se requiere es vigilancia permanente, día y noche que evite hechos como el que estamos lamentando. No están los tiempos para llamados con este nivel de ingenuidad.
Como expresaba una vecina: “Es muy triste ver la plaza con gente durmiendo en el pasto está oscura tomando y ahora la pileta tienen seguridad ciudadana que se llevan dando vueltas cómo trompo y no se preocupan de cuidar lo nuestro”.
Otra andina expresaba: “Es imprescindible que hoy en día en todo lo que es parques y plazas exista vigilancia, dado que muchas veces es punto de reunión de delincuentes y pierde el sentido de ser un pulmón de descanso y distracción familiar”.
Otra persona, decía: “Ya es hora que pongan vigilancia en la plaza y poder recuperar un espacio que debería ser familiar. Uno pasa y en el centro está lleno de jóvenes y escolares fumando y vendiendo marihuana a vista de todos. En cada esquina gente metiendo bulla con sus parlantes, comercio ambulante y cualquier cosa en la plaza, menos un espacio para descansar o aprovechar en familia”.
Dios quiera que esta nota no se tome como un ataque de tipo político hacia quienes dirigen los destinos de nuestra ciudad. Me une a ellos, amistad, afecto y admiración. Pero, no puedo dejar de expresar y destacar con la franqueza habitual y lealtad, en especial, hacia mi ciudad y mis conciudadanos, lo que realmente está mal y que pone en evidencia su descuido hacia la Plaza.
Aprovecho estas líneas para hacer un llamado a nuestro Gobernador don Sergio Salazar, con respecto a lo mismo pero, referido al edificio de la Gobernación, restaurado hace poco y que se muestra descuidado en su exterior, con afiches pegados en sus venerables muros y pilares, con pintura descascarada y algunos daños en sus estucos. También, este valioso monumento nacional, requiere el cuidado, mantención y vigilancia adecuada para su correcta preservación.