Un endurista y un funcionario aduanero fueron procesados por traer motos de contrabando de Chile. La revisión de varios videos tomados en el complejo fronterizo los complica a ambos, y también a un tercero que intervino en una oportunidad.
El complejo Horcones detectó el ingreso de varias unidades de motos procedentes de Chle que ingresaron desde el complejo Los Libertadores de contrabando, situación que involucra a un conductor de moto enduro y a un funcionario de la unidad fiscalizadora fronteriza de Mendoza.
Según se logró establecer, el 30 de septiembre de 2015, una camioneta Toyota Hilux conducida por el endurista mendocino C.M. llegó al paso Los Libertadores.
En la caja de la Hilux había una moto nueva, pero embadurnada en barro con la clara intención de hacerla pasar por «usada». La encargada del paso aduanero notó de inmediato que la moto era recién comprada, aun con ese maquillaje de barro, y le pidió los papeles al conductor, quien dijo que la había comprado en Buenos Aires.
La mujer insistió con que le mostrara los papeles y el formulario correspondiente que les dan a quien saca un vehículo del país. Al cabo de unos minutos, el joven, «algo nervioso» -según el expediente-, confesó que esa moto la había comprado en Chile «ese mismo día».
A partir de entonces tuvo lugar una denuncia de «contrabando de importación en grado de tentativa», que fue a parar al juzgado federal del juez Walter Bento.
En su investigación, Bento corroboró que C.M. había acordado con un empleado de la Aduana llamado J.S, la salida de su camioneta sin nada en la caja para después ambos pactar el ingreso de la camioneta pero con una moto enduro (y embarrada) en la caja, después de que cada uno a su tiempo adulteraran el formulario OM2261 original y el duplicado.
El OM2261 de la AFIP es un formulario que regula la salida y admisión temporal de vehículos en los pasos fronterizos.
Este caso puntual se judicializó como un intento del joven empresario mendocino que se dedica al motocross de tratar de pasar esa motocicleta desde Chile sin pagar el canon correspondiente de importación (se calcula que cada unidad valía un promedio de 100 mil pesos en Chile mientras que en Mendoza cuesta poco más del doble).
SE AMPLIO LA INVESTIGACION
Pero el juez Bento no se conformó con la tentativa y comenzó a pedir los videos a la Aduana correspondientes a los días en que C.M. había salido del país en los últimos meses. Y entonces comenzaron algunas sorpresas.
A través de las imágenes de las cámaras de seguridad se observa la relación del turista y el funcionario, en sucesivos viajes que el primero realizó a Chile para adquirir las motos y simular que los vehículos eran usados, con el mismo sistema, es decir adulterando la documentación para concretar el ingreso de las motos en forma fraudulenta.