El director regional de la DGA, Gonzalo Peña, confirmó que desde el pasado domingo 15 de mayo y hasta el mes de septiembre, entró en vigencia decreto que ordena cierre de bocatomas de todos los canales que captan agua del río Aconcagua, como medida para prevenir inundaciones por crecida de cauces en invierno.
El personero explicó que este decreto que afecta a toda la región, no tan solo es para la operación de canales sino que también para embalses; “esta es una de las medidas que efectivamente se dan como medida de prevención en la temporada de invierno donde comúnmente crecen los cauces generan grandes problemas en distintos partes”.
La resolución se extenderá hasta el mes de septiembre; “en un principio era solamente por un mes, pero hemos determinado que sea por cuatro meses, vale decir partió el 15 de mayo y termina el 15 de septiembre. Periodo en que los distintos municipios y los canalistas tienen la responsabilidad de efectuar las obras de limpiezas y encausamientos de los canales para que se provoquen estragos cuando se produzcan las lluvias.”
Estas tareas deben ser fiscalizadas por las directivas de los propios canales y por parte de los municipios; “que tienen la responsabilidad dentro del radio urbano de velar porque se hagan estas obras de limpieza, pero la responsabilidad directa de fiscalizar el cumplimiento de esta resolución es de la Dirección General de Aguas. Por lo tanto, el plan de contingencia que tenemos adoptado es fiscalizar cuando no se cumpla con el cierre de bocatomas, aun cuando hay en algunas situaciones que se podrían mantener abiertas y operar los canales, las que están especificadas en la resolución.”