La primera relación de pareja representa una gran variedad de sensaciones y emociones nuevas en todos quienes la viven. En este contexto, cuando ésta se termina se convierte en un período difícil que muchas veces necesita del apoyo de los padres. Según la psicóloga de Clínica Vespucio, Jessica Piña, los adultos no deben obligar a los hijos a contar la situación, sino que apoyarlos tratando de ponerse en su lugar.
Muchas personas que están viviendo su primer quiebre amoroso pueden sentir que no hay nada más doloroso que esta situación, dado que fue la persona que les enseñó el significado del amor y con quien, probablemente, personaron que pasarían el resto de su vida.
Según la psicóloga de Clínica Vespucio, Jessica Piña, el primer amor representa un despertar emocional que trae consigo sensaciones que no habíamos vivido antes. Sin embargo, asegura, no necesariamente será el amor que recordemos para siempre. “Quizás mantendremos el recuerdo por algunos años, luego podemos olvidarlo, y volver a recordarlo, cada caso es distinto”, asegura la especialista.
La profesional de Clínica Vespucio explica que dentro de las causas más comunes de rupturas amorosas en adolescentes están los engaños, mentiras, infidelidades con amigos, confusiones amorosas o la sensación de no sentirse considerados por el otro.
Consejos para sobrellevar este proceso
Jessica Piña recomienda hablar del tema con quien la persona sienta que le puede ayudar a sobrellevar la situación. “Expresar los sentimientos es muy importante. Se debe tratar de entender que el mundo no se acaba con un quiebre amoroso, sino que recién comienza. Para esto, es positivo abordar el asunto cada vez que sea necesario”.
El rol de los padres
· Deben tratar de escuchar mucho al hijo, sin caer en frases como “yo sé lo que te pasa”, sino que dejar que fluyan sus emociones.
· Si el hijo (a) quiere estar solo, hay que darle su espacio. Sin embargo, se debe estar cerca para que sepa que están pendientes de él y dispuestos a escucharlo.
· Hay que hacerle sentir al adolescente que lo que le está viviendo no es algo anormal o “tonto”, haciéndole ver que el proceso va a durar un período acotado en el tiempo.
· No obligar al menor a contar sobre la situación. Se debe esperar el momento en el que él esté preparado para desahogarse.
· Recordar que ellos necesitan vivir, reflexionar y poder aprender para crecer y madurar.
Cuándo consultar con un especialista
De acuerdo a la psicóloga de Clínica Vespucio, los quiebres amorosos a cualquier edad pueden desencadenar sentimientos como angustia y pena. “Sin embargo, no debemos confundir estas emociones, que son esperables ante cualquier evento en la vida que atenta contra la sensación de felicidad, con un cuadro psiquiátrico como la depresión”, asegura. La especialista indica que si la tristeza y la angustia duran mucho tiempo y aparecen otros síntomas como falta de sueño, inapetencia o conductas autodestructivas por un período prolongado, es importante entonces, visitar a un especialista que determine la existencia de una patología.