Por: Octavio Arellano Zelaya, Concejal y ex Alcalde de Los Andes
La celebración ayer Miércoles del Día Mundial del Medio Ambiente tuvo como corolario en nuestro país, los recientes tornados que han afectado a las ciudades de Concepción y Talcahuano, lo que indica que definitivamente el clima ha cambiado y seguirán produciéndose fenómenos a los que no estamos acostumbrados. En el caso particular del Valle de Aconcagua, hemos sostenido que el aumento en dos grados de la temperatura ambiente en los próximos 10 años, requiere que nos anticipemos y actuemos con la mayor eficiencia tanto la ciudadanía como las autoridades. Hemos indicado que el aumento en el calor afectará la salud de muchos adultos mayores y ancianos, provocará la proliferación de plagas y semillas en el ambiente, lo que es causa de muchas afecciones pulmonares. También crece la desertificación, disminuye el hielo de los glaciares y las reservas acuíferas. Naturalmente, ello va acompañado con un efecto en el empleo, ya que se pueden perder plazas laborales por la disminución de los cultivos. ¿Qué hacemos entonces?. Hemos reiterado que como ciudadanos y autoridades locales debemos partir por nuestro entorno natural e inmediato que es la ciudad de Los Andes, sosteniendo que son totalmente insuficientes los planes de reforestación planteadas por la Alcaldía, quien anuncia el interés de plantar 300 árboles, en circunstancias que por estudios realizados necesitamos anualmente la plantación, reemplazo y mejoramiento de al menos 5.000 árboles en todo el territorio urbano, apoyados por la instalación de una red de riego tecnificado aprovechando los derechos de agua que dispone la municipalidad y el sistema de canales que circula por la avenidas, de los cuales se podrían extraer las aguas para su acumulación en estanques y así regar los diversos sectores de la ciudad. Para ello hay que trabajar unidos con los regantes, los vecinos, las empresas contratistas municipales, los grupos ambientalistas y especialmente los niños, que son grupo más motivado por el tema ambiental. Hemos propuesto al Concejo Municipal que en sector del Club de Tiro de Coquimbito, en terrenos que estarían siendo traspasados al municipio por Bienes Nacionales, se instale un gran Vivero Municipal, ya que el lugar cuenta con la superficie adecuada (cerca de 5 hectáreas), acceso a agua de riego, buena posición respecto del sol, para la aplicación de tecnología solar en su funcionamiento. Planteo lo anterior como una cuestión previa, ya que si vamos además a reforestar el cerro, necesitamos desde ahora contar con una cantidad de especies nativas bien aclimatadas a las variaciones extremas de temperatura que caracterizan al valle. También con esa óptica, hemos logrado que se incorpore en el Plan de Desarrollo comunal el concepto de «sustentabilidad ambiental» en la gestión municipal, en el plan de desarrollo turístico y en la necesaria agroindustrialización que propiciamos, lo que constituye una obligación para la autoridad municipal en sus diversos proyectos, exigencia que debe hacerse extensiva a cualquier proyecto de gobierno y de la empresa privada. Hoy más que nunca el cuidado del medio ambiente debe ser considerado un objetivo estratégico para la sustentabilidad de la ciudad que heredarán las futuras generaciones»
