Por: Eugenio Astudillo
El lanzamiento al espacio del primer satélite terrestre construido por el ser humano, el Sputnik I, de origen Soviético, tuvo lugar el 4 de octubre de 1957, iniciando asó el camino a la exploración espacial de las dos más grandes potencias mundiales de entonces la URSS y USA. Dentro de esta competencia, el 12 de abril de 1961, Yuri Gagarin, fue el primer hombre que orbitó la Tierra, en el primer vuelo ultraterrestre tripulados; humanos, con lo que se inauguró un nuevo capítulo de la aventura del hombre en el espacio, Por esta razón, la Asamblea General de la ONU, a través de su resolución A/RES/65/271, aprobó el 12 de abril como Día Internacional de los Vuelos Espaciales Tripulados.
Con la efeméride la ONU buscaba conmemorar entonces, cada año, el principio de la era espacial y reafirmar que la ciencia y la tecnología, cósmica contribuyen de manera crucial a conseguir los objetivos de desarrollo sostenible y aumentar el bienestar de los Estados y los pueblos. El Día 12 de abril, también se quiere sensibilizar al mundo para asegurar que se cumpla la aspiración de reservar el espacio ultraterrestre a fines pacíficos, perseverar en los esfuerzos para que todos los Estados puedan gozar de los beneficios derivados de esas actividades y mantener el espacio como patrimonio de toda la humanidad.
El lanzamiento al espacio del primer satélite terrestre construido por el ser humano, el Sputnik I, tuvo lugar el 4 de octubre de 1957, abriendo así el camino a la exploración espacial, que entre otras cosas recuerda además el vuelo de la inolvidable perrita Laica, las increíbles historias de la presencia humana en el espacio ultraterrestre en todos los tiempos, y los extraordinarios logros obtenidos desde el primer vuelo espacial tripulado de Yuri Gagarin hasta ahora, como por ejemplo con el caso de que, años después Valentina Tereshkova; también soviética, se convirtiera en la primera mujer en orbitar la Tierra el día 16 de junio de 1963, seguida después por el logro del americano Neil Armstrong que fue el primer hombre en pisar la Luna el 20 de julio de 1969, y que: además, años más tardes las naves espaciales Apolo y Soyuz se acoplasen el 17 de julio de 1975, en lo que pasó a ser la primera misión humana internacional en el espacio, y así también otros varios ejemplos que caben añadir por hechos acaecidos durante las últimas décadas en que la humanidad ha mantenido una presencia humana multinacional permanente el espacio ultraterrestre a bordo de la Estación Espacial Internacional.
En el año 1957, cuando se lanzó el Sputnik I, en Chile aún no se inauguraba la Televisión como ahora se conoce, por lo cual, toda la información se obtuvo por las radios – emisoras de la época, dentro de todo el temor que estas incursiones provocaban en la gente, por lo desconocido, lo religioso. y las contantes luchas de poder; por ser los primeros, dentro de un conflicto que se conoció en la época como la Guerra Fría, entre las dos primeras potencias.
Para la época de la llegada del hombre a la luna, la situación de la Televisión era diferente, y mucha gente de Chile; entre esos los habitantes de Los Andes, pudimos observar en directo la llegada de Neil Armstrong al satélite de la Tierra, y nos unimos en varios grupos de espectadores que nos juntamos en torno a las casas; que, en escaso número, tenían un aparato de Televisión entonces.
Reconociendo el interés general de toda la humanidad en el proceso de la exploración y utilización del espacio ultraterrestre con fines pacíficos y buscando responder preguntas sobre cómo el espacio exterior puede ayudar a beneficiar a la gente de la Tierra, la Asamblea General adoptó su primera resolución relacionada con el espacio ultraterrestre titulada «Cuestión del uso del espacio ultraterrestre con fines pacífico».
Igualmente, en octubre de 1967, entró en vigor el Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los Estados en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes (resolución 2222 (XXI) de la Asamblea General.
