Paula Fuentes, Directora Carrera de Pedagogía en Educación Básica Universidad de Las Américas
El viernes 23 de abril se conmemora el Día Internacional del Libro, instancia que nos recuerda los beneficios que tiene la lectura, ya sea visual, auditiva e incluso táctil (braille) en personas de todas las edades.
En niños pequeños activa áreas cerebrales que potencian su atención, concentración y memoria, considerados procesos cognitivos básicos del aprendizaje; desarrolla habilidades lingüísticas cada vez más complejas, potencia la creatividad e imaginación, entrega valores y permite empatizar y aprender de las historias escuchadas. En esta etapa de la vida, la lectura es incentivada principalmente por los padres, quienes pueden aprovechar esta instancia para escuchar sus reflexiones, cerrar el día con un lindo cuento y, sobre todo, compartir momentos que resonarán durante toda su vida, y que en el mejor de los casos serán replicados con sus propios hijos.
En el caso de los jóvenes, es posible que para algunos sea una actividad impositiva que les permita cumplir con objetivos académicos o laborales para adquirir un nuevo conocimiento, en cambio, para otros la motivación puede ser el simple placer de leer, ambos contextos son beneficiosos. Los primeros pueden optar a mejor rendimiento académico, ya que la lectura es una actividad indispensable en el proceso enseñanza-aprendizaje, y para todos es una instancia para desarrollar habilidades cognitivas superiores como, por ejemplo, reflexión, análisis o resolución de problemas, necesarias para el desarrollo de un pensamiento crítico en un mundo dominado por las fake news.
En tanto, a los adultos les permite reducir el estrés, frenar el deterioro cognitivo y mejorar el sueño, sin dejar de mencionar que un libro es un compañero que entretiene, sobre en todo en tiempos de confinamiento. Lo cierto es que, por placer o por obligación, la lectura es una actividad mental que indudablemente trae beneficios, por ello, fomentarla e incentivarla no es una tarea solo de la infancia, sino que debe desarrollarse a lo largo de toda la vida.