Por: Carmen Gloria Fernández Académica Escuela Nutrición y Dietética U. Andrés Bello
El Día Internacional del Té (15 de diciembre) es sin duda una fecha que nuestro país debería celebrar. ¿La razón? Según datos de Euromonitor International, el consumo de té en volumen se incrementó en un 20,2% en los últimos cinco años. Sólo el año pasado se consumieron 7.429,4 millones de tazas de té, instalando a Chile en la delantera de consumo de esta bebida en la región.
El té es originario de China y proviene de una sola planta, una Laureacea denominada Camellia y los diferentes tipos de té son producto de distintos procesos mal llamados de fermentación, digo mal llamados porque no se producen en presencia de bacterias, lo correcto es que son distintos tipos de oxidación.
Dentro de sus tipos, se pueden mencionar:
Té negro: Contiene la mayor cantidad de cafeína. También tiene flavonoides beneficiosos para el sistema inmune, favorece la conservación del colesterol bueno HDL, por lo que es recomendable en la arterioesclerosis y protección cardiovascular
Té verde: Es rico en antioxidantes que favorecen la función cardiovascular, mientras que las catequinas presentes en este té se las ha asociado con la prevención de cáncer.
Té rojo: Sus propiedades antioxidantes se han asociado a mejorar el colesterol en sangre y también a mejorar procesos digestivos.
Té blanco: Su poder en la protección cardiovascular es mayor que la del té verde, mejora el colesterol, triglicéridos. También posee una buena cantidad de catequinas protectoras del cáncer y tiene menos cafeína que los otros té.
Es muy recomendable tomar té, hay diversas formas de consumirlo, aparte de hidratar, posee propiedades medicinales y protectoras de estructuras y funciones del organismo.