Por: Alonso Retamales Campos, seremi de Minería de la Región de Valparaíso y gobernador subrogante de la Provincia de Los Andes.
Nuestro país destaca por tener una gran riqueza y variedad de minerales a lo largo de su territorio, de hecho la minería es la principal actividad económica de Chile. En la ultima década llegó a representar casi el 60% del total de las exportaciones del país. En este sentido, el futuro económico de Chile es prometedor, ya que concentra el 40% de las reservas mundiales de cobre y de litio.
Se trata de un oficio centenario que está presente de norte a sur y de cordillera a mar, afanado por extraer la riqueza que atrajo al conquistador español hasta nuestro territorio, dando fama de país minero a Chile. El 10 de agosto se celebra el “Día Nacional del Minero”, sin embargo su origen une lo humano y lo divino.
El 10 de agosto del año 258 D.C. fue martirizado un religioso llamado Lorenzo por negarse a revelar dónde eran guardados ciertos tesoros de la Iglesia, muriendo horriblemente quemado a manos de sus verdugos. Durante la Edad Media la Iglesia Católica lo canonizó e inició la tradición de honrarlo como Patrono de los mineros, costumbre que habría llegado a Chile en tiempos de la Conquista y la Colonia.
En 1985 se instituyó el 10 de agosto como Día Nacional del Minero en el calendario chileno de efemérides. En 1992, el Ministerio de Minería determinó que agosto fuera declarado oficialmente “Mes de la Minería”. El año 2009 se publica la Ley N° 20.363, que establece como Día Nacional del Minero el 10 de agosto de cada año. Sin embargo, la fecha es recordada por el sector minero muchísimo antes, según antecedentes escritos, ya que San Lorenzo era celebrado desde el siglo XIX en la iglesia de Tarapacá por muchos devotos que acudían hasta allí ese día.
También era conmemorado desde la década de 1920 por la minería del cobre, específicamente en El Teniente, cuyos mineros pedían libre esta jornada por ser su día. En el mismo sentido, la empresa Braden Copper decidió hacer un reconocimiento a la actividad con un monumento al Minero inaugurado en 1927 en Sewell. Éste fue inspirado en el trabajador Abraham Quintana Robles, que posó como modelo para la figura, pero que murió al caer por un pique al año siguiente.
Con el tiempo, él quedó olvidado y las siguientes generaciones de mineros confunden su estatua con San Lorenzo, ignorando la verdadera historia. En 1982 este monumento fue trasladado a Colón Alto, y hace poco fue reinstalado en la plaza Morgan, de Sewell. Con posterioridad, varias estatuas al Minero se erigieron en Calama, Copiapó, Diego de Almagro, Rancagua y otros lugares.
En este día especial, se reconoce la importante labor que realizan miles de trabajadores mineros, del valorable esfuerzo que día a día desempeñan en las distintas faenas de nuestro país, muchas de ellas en difíciles condiciones climáticas y de relieve. Desde el equipo del Seremi de Minería de la Región de Valparaíso le agradecemos a cada uno de ustedes por ser parte de esta actividad económica clave para nuestro país y traer sustento y prosperidad a todos nosotros.