Primera parte
Por: Dr. Denis Panozo
Enfermedad que nos acompaña desde los inicio de nuestra civilización, con teorías y tratamientos que hasta hoy no han logrado curarla y es una de las causante que lideran las estadísticas de morbilidad y mortalidad de nuestro país y es causante de ocupar una gran parte de los recursos que el estado destina al Ministerio de Salud, Que a pesar de las nuevos planes y estrategias que ha implantado, no se ha logrado frenar este implacable mal, que cada día abarrotan los consultorios y salas de hospital y por último los cementerios.
Por estos motivos hay muchos interesados en lucrarse, prometiendo curas inexistentes que voy a tratar de explicar. En primer lugar se entiende que estamos padeciendo esta enfermedad, cuando los exámenes muestran unos sobrevalores de los niveles de glicemia, lo normal fluctúa entre 80 y 120 mg en ayunas y después de una comida a la hora no debe pasar de 140 mg. Ahora hay un nuevo examen que muestra el resumen de tres meses como se ha comportado las glicemias, es la famosa Hemoglobina glicosidada, por lo cual esta tiene un valor más preciso para determinar si la persona tiene o no la enfermedad.
Ahora la enfermedad se origina por falta de Insulina, hormona fabricada en el páncreas, pero también puede ocurrir que la sintetiza pero de mala calidad que a nivel celular no provoca el efecto de permitir la entrada del azúcar a la célula. Esta azúcar es el resumen de todos los alimentos que ingerimos y que a nivel intestinal se convierte en el alimento que nos permite mantener nuestro cuerpo, es decir alimenta nuestros tejidos y órganos por lo cual al no entrar a las células de nuestros tejidos, queda en la sangre y nuestro organismo toma parte de ella y lo convierte en grasa a nivel de hígado y el resto lo elimina por la orina, esto origina dos síntomas característico que es la poliuria (orinar a cada rato) y la polidipsia (deseo de tomar agua en exceso). Al no entrar la glucosa a los tejidos estos reclaman y ordena comer más y ordena quemar nuestras grasas, que son las reservas energéticas. Produciendo el fenómeno que la persona suba de peso al comienzo y luego baja en forma rápida y en exceso. Se consume toda la grasa y continua con los músculos, por lo cual el paciente comienza a sentirse más debilitado.