Por:Juan Cristobal Reyes, Chef instructor Escuela Nutrición y Dietética U. Andrés Bello
Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el 34,4% de la población chilena mayor de 15 años presenta altos índices de obesidad siendo el segundo país de la OCDE con mayor tasa de obesidad.
Con la llegada del invierno y los meses más fríos, el consumo de alimentos cálidos se incrementa y esto no necesariamente tiene que suponer un consumo elevado de calorías.
Parece que cuando escuchamos la frase ‘dieta hipocalórica’ automáticamente pensamos en lechuga, espinacas y atún. Claramente en días de bajas temperatura para nadie es agradable un plato frío a la hora de almuerzo. Por ello, existen muchas alternativas para llevar una dieta equilibrada y de esa manera ingerir la cantidad de calorías necesarias para nuestro día a día.
Consumir verduras no necesariamente significa solo consumir lechuga u hojas verdes frías, sino que puede ser preparaciones de sopas y, más específicamente, los potajes y cremas de verduras, lo que complementados con una porción de carne blanca o, simplemente, huevos duros molidos son una alternativa equilibrada nutricionalmente y, sobre todo, reconfortante.
Prácticamente con todas las verduras podemos hacer cremas. Por ejemplo, crema de zapallos, crema de zanahorias y jengibre y la muy clásica crema de coliflor o la crema de brócoli y maní.
Otra alternativa son las legumbres las cuales, combinadas con cereales como las pastas o el arroz forman una excelente fuente de aminoácidos esenciales. Una dieta equilibrada debe contemplar el consumo habitual de legumbres (2 veces por semana) y, en el caso de una dieta hipocalórica, puede ser perfectamente considerada como una entrada.
Todo estará limitado por la disponibilidad de los productos y de nuestra imaginación.