Autoridad del agro verificó en terreno la reapertura de las bocatomas luego de mantenerse cerradas por 24 horas debido a la emergencia ambiental producida por el derrame de concentrado de cobre en el Río Blanco en Los Andes Verificar en terreno la magnitud y los posibles daños a la agricultura de la región por el derrame de concentrado de cobre al caudal del Río Blanco en Los Andes, fueron parte de los objetivos de la visita inspectiva que realizó el director regional de INDAP, Helmuth Hinrichsen junto a la profesional de CIREN, Nicole Leiva, a la tercera sección del río Aconcagua, que tiene bajo su administración más de 40 kilómetros del rio, desde el tramo comprendido entre la bocatoma del canal Ocoa, hasta la bocatoma del canal Molino de Rautén.
En la oportunidad, la autoridad del agro constató en terreno la apertura de las bocatomas en compañía del celador de la junta de vigilancia, Luis Fernandez, luego de 24 horas en que las compuertas estuvieron cerradas para prevenir la posible contaminación de los predios agrícolas.
El director regional de INDAP, sostuvo que “es en estas emergencias ambientales donde se da cuenta de la fragilidad del sistema de riego que tenemos. Aquí se debiera contar con sistemas modernos de apertura y cierre de compuertas con control remoto que permitan prevenir este tipo de situaciones. Como INDAP vamos a seguir atentos a los análisis del agua que se realizan y tomar las medidas que sean necesarias para resguardar la seguridad de los cultivos que existen en la zona”.
Y aunque en las últimas horas Codelco División Andina informó que el incidente ambiental, que se produjo el jueves tras la rotura de un ducto y el derrame de 50 metros cúbicos de mineral, ya está superado, el Ministerio de Agricultura a través de INDAP, continuará monitoreando la situación con el despliegue de los equipos de área y del programa Prodesal para ver la situación de los pequeños agricultores que pudieran verse afectados.