Iniciativa del Plan Comunal de Seguridad Pública
Uno de los principales factores que influyen en la detonación de conductas delictivas en niños, niñas y adolescentes es la deserción escolar. Para evitar este fenómeno, es necesario tomar iniciativas que fortalezcan las redes de prevención en el entorno de los jóvenes en riesgo.
Con este objetivo, en Los Andes, profesionales del Plan Comunal de Seguridad Pública están impartiendo talleres a docentes de establecimientos de la red DAEM. Las jornadas de capacitación incluyen a los liceos América y Amancay, además de la Escuela José Miguel Carrera.En el último año, siete de cada 100 niños en Chile se retiraron de la enseñanza básica y 11 de cada 100 adolescentes abandonaron la educación media. En Los Andes, la tasa de deserción escolar en educación básica es de 1,1%. En tanto, en el segmento de jóvenes entre 14 y 18 años, un 12% no asiste a ningún establecimiento educacional.
Los motivos para la desescolarización son variados. Embarazo, paternidad, bullying, bajo rendimiento, adicciones o simple desmotivación, son algunas de las causas que pueden gatillarla. El mayor peligro se presenta cuando estas situaciones vienen acompañadas de otros factores de vulnerabilidad, como la carencia afectiva, la falta de apoyo familiar, la residencia en barrios vulnerables o un historial de delito en la familia. Esta combinación puede derivar en comportamientos transgresores o en actos delictivos.
Teniendo en cuenta esta realidad, el programa de apoyo psicosocial “24 Horas, Desafío Adolescente” -como parte de las iniciativas del Plan Comunal de Seguridad Pública que ejecuta el municipio andino- está ofreciendo a los docentes el taller “Prevención de la Deserción Escolar en Niños, Niñas y Adolescente con Factores Sociodelictivos”.
La instancia entrega a los profesores información para detectar la presencia de posibles factores de riesgo en sus alumnos y reconocer el perfil de quienes podrían presentar este tipo de conductas transgresoras. Entre estos últimos, se encuentran jóvenes con características como la baja autoestima, un escaso control de impulso, la no internalización de normas y límites, la ausencia de una figura de autoridad y la normalización de conductas ilícitas.El programa “24 Horas, Desafío Adolescente” –además de realizar atenciones directas a menores de edad infractores de ley- trabaja en el fortalecimiento de los factores protectores en el entorno de los niños, niñas y jóvenes en situación de vulnerabilidad. Y, junto a los hogares y el barrio, el colegio es uno de los principales espacios de intervención en el proceso que desarrolla este exitoso proyecto psicosocial, cuyo objetivo es alejar a los jóvenes del delito y aportar así a una ciudad más segura.
