Isaías 55,6-9 ; Filipenses 1,20-26 ; Mateo 19,30-20-6
Por: El Peregrino
La parábola que hoy escuchamos en el evangelio es en cierto modo “escandalosa”, porque parece favorecer una injusticia social, o al menos un cierto “despotismo” en el amo de la viña a la hora de pagar a los jornaleros. Ahora nadie aceptaría que uno que trabaja la mitad del tiempo que otro, cobre igual. En el mundo de hoy no entra demasiado el perdón, o la generosidad, o la gratuidad. En la mentalidad de Dios, sí.
Jesús quiere mostrarnos el retrato de un Dios que es bondad y misericordia. Aunque nosotros muchas veces no entendamos los planes de Dios, estos planes están llenos de amor y de gracia, no sólo de justicia. Isaías nos prepara a escuchar esta parábola recordándonos que nuestros caminos no son los de Dios, ni sus planes son nuestros planes.
Tan cierto que a medida que vamos escuchando la palabra de Dios, nos damos cuenta que sus caminos no son nuestros caminos. Tendemos a “interpretar” a nuestro modo lo que dice el evangelio , si no cabe en nuestros esquemas mentales o creamos un “dios” a nuestra imagen y semejanza.
Aquí está la experiencia con un Dios que tiene un trato igualitario para con cualquier persona. Eso lo deberíamos aprender siempre de la pedagogía de Dios para con nosotros. ¡Desafiante el Evangelio de Hoy!