Como resultado de una investigación realizada por la Brigada Antinarcóticos de la PDI y la Unidad de Drogas del Ministerio Público se descubrió una red dedicada a ingresar drogas de distinto tipo a la Cárcel de Los Andes, lo que significó la identificación y detención de dos mujeres que eran las encargadas de introducir los alucinógenos ocultos en sus cuerpos eludiendo los controles de Gendarmería.
Se trata de una mujer domiciliada en la comuna de Independencia, región metropolitana, identificada como Y.A.G., y otra de la comuna de Llay Llay de iniciales M.T.LL., ambas de 25 años, que internaban la droga al penal durante el horario de visitas.
Durante las diligencias investigativas la PDI obtuvo antecedentes respecto a que las imputadas llegarían nuevamente el domingo al recinto penal andino con el propósito de visitar a algunos internos, alertando al personal de Gendarmería.
Al llegar fueron sometidas a control preventivo por parte de personal femenino y al ser consultadas si portaban droga aseguraron que no tenían.
El fiscal Ricardo Reinoso al ser informado de la presencia de las mujeres dispuso la concurrencia de la Brigada Antinarcóticos para adoptar el procedimiento correspondiente y determinar la existencia del ilícito.
Las sospechosas fueron trasladadas hasta el cuartel de la PDI donde finalmente confesaron que portaban droga oculta en sus genitales.
Finalmente se retiraron los contenedores que en el caso de Y.A.G. correspondían a tres bolsas de nylon con 156 gramos de cocaína, 8,6 gramos de pasta base y 6,5 gramos de marihuana, más 15 comprimidos de un tipo de fármaco.
Por su parte de M.T.LL. transportaba bolsas conteniendo 148 gramos de pasta base, 41,6 gramos de marihuana y 12 comprimidos de clonazepan.
Ambas mujeres fueron detenidas y puestas a disposición del Juzgado de Garantía donde fueron formalizadas por el delito de tráfico de drogas agravado por el hecho de ser cometido en un recinto carcelario.
El fiscal solicitó la aplicación de la medida cautelar de prisión preventiva, la que fue acogida por la jueza Valeria Crosa