Por: José Ramón Toro Poblete, profesor Liceo Max Salas Marchán
Recordemos cuatro hechos noticiosos y otros dos que son motivo del presente artículo.
El Centro Cultural Estación Mapocho, en agosto de 1997, recibió al físico británico Stephen Hawking quien ofreció una charla sobre astrofísica. Un mes antes, 31 niños con limitaciones mentales murieron mientras dormían a raíz de un incendio en el Hogar Los Ceibos de Coanil, en Colina.
Otro hecho noticioso de la prensa internacional informó que (…)”La policía chilena detuvo el viernes al alemán Hannutt Hopp, dirigente y portavoz de Colonia Dignidad, un enclave situado al sur del país andino fundado en 1961 por el ex nazi Paul Schacfer, actualmente buscado por la justicia chilena por abuso de menores. Hopp, número dos de la polémica organización, fue detenido en el aeropuerto de Santiago cuando regresaba de Argentina. Hopp fue puesto en libertad ayer en la ciudad de Parral, 320 kilómetros al sur de la capital, tras prestar declaración ante el juez.”(…)
Mientras que en Japón (…)”Un tribunal japonés acaba de dar la razón a una mujer de 33 años que se divorció de su marido después que éste le exigiera hacerle cada día el desayuno, plancharle los pantalones y limpiar toda la casa. La mujer tiene un empleo remunerado a jornada completa, pero el esposo consideró que las tareas domésticas son el verdadero trabajo de una mujer.”(…)
Y, con no más de 6 días de diferencia fallecen dos mujeres que hicieron noticia en la prensa internacional. Una mucho más que otra, muchísimo más y, me refiero a Diana Princesa de Gales. Su muerte en un violento accidente, más todas las noticias que esta princesa generaba, dieron lugar a semanas de cobertura de su vida. Incluso, en estas fechas, un canal nacional de TV abierta emitirá un documental sobre la vida de Diana.
Han pasado veinte años y, una segunda mujer que falleció a los pocos días (5 de septiembre de 1997) sigue, curiosa y paradojalmente en el silencio. Me refiero a Teresa de Calcuta.
Y, me permito escribir algo breve sobre ella. Asuntos de su labor que, pocos saben o recuerdan, como las noticias que mencioné al comienzo del presente artículo.
1950.- Funda la Congregación de las Misioneras de la Caridad
1963.- Funda la comunidad de los Hermanos Misioneros de la Caridad
1976.- Funda una rama contemplativa de las Hermanas Misioneras de la Caridad
1979.- Funda una rama de los Hermanos Contemplativos Misioneros de la Caridad
1981.- Funda el movimiento Sacerdotal Corpus Christi
1984.- Funda la congregación de los Padres Misioneros de la Caridad
1984.- Funda el movimiento de los Misioneros Laicos de la Caridad
El año 1979 tenía 610 casas de atención de enfermos y de personas que vivían en la extrema pobreza en 123 países y, ese mismo año recibió el Premio Nobel de la Paz.
A la fecha no tengo precisión de las casas, fundaciones y de cuántos países continúan con la labor que inició Teresa en Calcuta que se mantienen activas y en crecimiento, ni de cuántas casas hay en Chile, porque trabajan en silencio.
No me extraña, pues es parte de la vida y del Evangelio, que este tipo de personas no hagan noticia porque, al parecer el Bien, no es noticia. Siempre es noticia el mal, sus consecuencias y los nombres asociados a éste.
La acción de una persona honrada que encuentra y devuelve documentos y dinero (en su totalidad) en la calle, en un vehículo de locomoción colectiva, no es noticia. Es noticia, el robo, el asalto, un portonazo. El Bien no tiene espacio en las noticias. Las personas que hacen el bien y dejan una huella, menos.
Pareciera el hombre está condicionado a placerse en el mal y no en el bien.
Imagínese, si le preguntase lo siguiente:
¡Dígame por favor!: ¿Qué cosas, situaciones, personas o noticias ayer (solo ayer), le hicieron feliz? ¿Qué cosas felices recuerda que vivió el día de ayer?. Lo más probable es que tenga que hacer un esfuerzo para encontrarlas o recordarlas…., y, si ayer tuvo un día de esos que no quisiera tener nuevamente, le aseguro que algo bueno tiene que haber vivido…. ¡Búsquelo!
Esta realidad de Teresa de Calcuta, una mujer buena y de Bien, nos invite a buscar, descubrir y trabajar por el bien. Por ahí está el camino de la felicidad: estar conscientes del Bien que recibimos y, del Bien que regalamos.
Que sea feliz.