La Dispensaría, establecimiento asistencial precursor del posterior Hospital de Los Andes, funcionó en la Villa Santa Rosa de Los Andes desde el año 1852 al año 1854, la que fue atendida en sus comienzos, en forma gratuita, por el Dr. José Ramón Meneses, obra financiada por algunos vecinos.
Posteriormente, cuando el Albacea de la testamentaria de José Antonio del Villar contribuyó con una cuota mensual para su sostenimiento, se pudieron adquirir medicinas y pagar honorarios al doctor por atención profesional.
La Dispensaría, así atendida por este abnegado funcionario en sus distintos roles de médico, boticario, practicante y enfermero, porque el Dr. Meneses lo era todo, prestó altísimos servicios a la población, acudiendo a ella, no sólo los pobres de solemnidad, sino también gente pudiente que gustaba recibir atención médica sin tener que desprenderse de sus reales.
Puede decirse que la Dispensaría atendida con tan escasos elementos y con tan reducido personal, fue la precursora del Hospital San Juan de Dios de Los Andes que comenzó a funcionar en 1857.
Merece, pues, que la señalemos ante las generaciones presentes y futuras como el primer establecimiento de beneficencia que hubo en Los Andes.
Fue fundada el 2 de septiembre de 1852 por el Gobernador del Departamento don José María Infante dotándola con un facultativo recibido con 50 pesos mensuales, bonificando al boticario que suministrase las medicinas un 30% sobre las compras en Santiago o Valparaíso.