Por: Denis Panozo Villarroel
Amigo, compañero de curso, colega y socio de un sueño que hicimos una realidad en este valle maravilloso. Corría el año 1976 y juntos con otros dos colegas se fundó el primer centro médico de esta ciudad, logrando para la comunidad traer por primera vez un laboratorio para exámenes clínicos, radiología, endoscopía, ecografía y colegas con diferentes especialidades médicas que no existían, llenando una necesidad de la poblacion andina. Nació en la calle O’Higgins y a los cinco años, en 1981, se trasladó a un edificio de 3 pisos, Esmeralda esquina Yerbas Buenas.
Durante 30 años estuvo vigente este centro médico dando salud. Rodrigo fue uno de los pilares y desarrolló su especialidad de gineco-obstetra con calidad y prestancia. Ocupó cargos importantes en nuestro hospital, jefe de servicio, subdirector médico, director. En cada cargo colocaba su corazón para conseguir lo mejor, era duro, nunca se doblegó a los diferentes momentos difíciles que le tocó vivir y supo enfrentar a los que se oponían al desarrollo de nuestro hospital. El personal supo apreciarlo y quererlo.
Rodrigo amigo, hoy agradezco a la vida por haber compartido tantos años contigo hasta el último alito de tu vida.
Gracias amigo, hasta pronto.