Por: Patricio Arroyo Jofre, Director Pedagogía Educación Física Universidad San Sebastián
¿Por qué ahora que termina la celebración del 18 de septiembre, la gran mayoría de las personas dicen: “ahora sí me pongo a dieta” o “ahora sí me matriculo al gimnasio”?
Esto solo refleja que la población le atribuye al ejercicio solo un aporte a la estética de las personas. No obstante, la estética es una consecuencia del hacer ejercicio de manera regular. Todas las personas debemos realizar ejercicio con el fin de tener una vida saludable y así mejorar nuestra calidad de vida.
La práctica sistemática del ejercicio debe ser un hábito que se inculque en la primera infancia y se fortalezca en la adolescencia, lo que generará adultos mayores más sanos, con mayores expectativas de vida y, algo que no deja de ser menos importante, genere menos gastos públicos en salud.
Las personas entran a los gimnasios con el fin de presentarse de mejor manera a los balnearios en el mes de enero y febrero, pero -para que eso sea real-, una persona debe estar realizando ejercicios de fuerza durante al menos 8 semanas, ya que la ganancia de fuerza es por modificaciones neurológicas y no por hipertrofia muscular. Esta situación genera, a su vez, alta frustración en la ciudadanía y entonces no le dan la importancia que debiese tener y mencionan que solo es importante la alimentación.
Para que una persona tenga una estructura muscular adecuada, debe alimentarse correctamente y además realizar ejercicio.
Espero que, en un futuro no muy lejano, podamos instaurar hábitos saludables en los niños, lo que se verá reflejado en toda la población adulta de un futuro más sano para nuestro país.