El alcalde Manuel Rivera anunció que debido a la situación de la pandemia por el coronavirus la Fiesta del Guatón Loyola en su versión 2020 ha sido suspendida. Por tanto -ante la ausencia de una tradición tan popular-, sólo queda recordar este gran evento que se realizaba en el Parque Cordillera junto a la ribera norte del río Aconcagua y que los últimos años se trasladó al Parque Urbano Ambrosio O’Higgins.
LA HISTORIA
La verdad del protagonista de la cueca de Los Perlas, El Guatón Loyola, por el tema que ha pasado a ser lo más popular de las Fiestas Patrias, tiene su propia historia. Y es la siguiente. Un acontecimiento que a decir verdad no ocurrió en Los Andes, como dice la letra, sino que fue en un rodeo de Parral donde peleó Eduardo Loyola Pérez, martillero de ganado a quien hizo famoso la cueca de Alejandro Gálvez.
Fue así como Eduardo Loyola Pérez sacó la peor parte por dárselas de encachaos. El estaba tranquilo en un rodeo cuando tres tipos, que dicen que eran argentinos, llegaron a molestar a las damas que atendían el casino. Eso no lo aguantó Loyola, que era caballero y macizo, y que se lanzó contra los insolentes afuerinos. Así empezó la pelea, y así fue como dejaron para la historia al Guatón Loyola, el protagonista de la famosa cueca que popularizo el dúo Los Perlas, cuenta una de tantas publicaciones que se han escrito, como de La Tercera.
Se cuenta que la historia ocurrió de verdad, pero no fue en el Rodeo de Los Andes, como dice la cueca. Pasó en el fundo Don Chacra de Parral a principios de 1950. Loyola, que era amigo de sus amigos y un conocido martillero de ferias ganaderas del sur, había llegado al rodeo invitado por el dueño del fundo, Mario Cassanello. “El no era bueno para los puñetes, nada que ver”, testificó en ese tiempo la viuda de Loyola, María Luisa Trivilli. “El era un excelente padre, una gran persona”.
La pelea hubiera sido una escaramuza más del campo si es que en ese lugar no hubiera estado Alejandro Gálvez, el actor y libretista del programa radial “La Caravana del Buen Humor, de Radio Portales. Gálvez presenció la pelea y al otro día le escribió una canción a su amigo martillero. “El Guatón Loyola”, le puso, y la cantó esa misma noche en la jornada de clausura del rodeo.
Aunque, como dice la canción, Loyola quedó como cacerola de machucado, fue el primero en bailar el tema escrito en su nombre. “Bailaba estupendamente bien la cueca, le encantaba”, asegura una de sus dos hijas.
Al principio la canción fue conocida sólo entre amigos y familiares. “Mi papá la cantaba sólo por broma en la casa”, recuerda Alejandra Gálvez, hija del compositor de la cueca, quien un día recuerda haber visto llegar a su casa a Oscar Olivares y Luis Castillo, los músicos de Los Perlas. No tenís por ahí una canción pa’ nosotros, le preguntaron a Gálvez y ahí mismo él les tocó el tema que inventó en Parral.
Los Perlas se habían iniciado como músicos de jazz hasta que en 1955, en un asado en San Bernardo, los escuchó cantar el entonces director del sello RCA, Rafael Bustos. También estaba la cantante Magda Ruiz, que al escucharlos declaró: Chí, los perlas también tocan cueca. Así nacieron Los Perlas. Debutaron en el Circo Las Aguilas Humanas, se hicieron conocidos con una cueca de su autoría, Pa’tras Pa’delante, y se consagraron con El Guatón Loyola.
Aso sí, antes de grabarla decidieron hacer una leve variación en la letra. “Cambiar el rodeo de Parral por el de Los Andes, comadre Lola para que calzara con la métrica”, además que en esos años era más famoso el rodeo andino, explica la viuda de Olivares, Claudia Martínez, quien sepultó a su marido en 1992, poco antes de que éste se recibiera de licenciado en música en la Universidad de La Serena. Su compañero, Lucho Castillo, había partido cinco años antes.