Sr. Director:
Los más remotos habitantes de Chile, los selk’nam, poseían conocimiento de Dios. Lo llamaban Temaukel. Los mapuche, la gente de la tierra, también poseían dicho conocimiento bajo un aspecto antropomorfo: La Deidad de Dos Caras, Wuñelvefucha/Wuñelvekushe, Dios-Diosa. Asimismo ocurre con los diaguitas, los atacameños, los aimarás y los Rapa Nui. Luego, con la irrupción de los conquistadores godos, ingresa el culto del Dios cristiano pero especialmente, el culto de la Virgen, la que se sincretiza rápidamente con el arquetipo de la Madre-Tierra (la Virgen del Carmen).
En todos estos casos, subyace el sentido trascendental de la existencia humana, de la vida y de la Naturaleza. Hoy, sin embargo, la diputada Camila Vallejos intenta eliminar el concepto de Dios de las sesiones parlamentarias. Obedeciendo al hipnotismo marxista y al materialismo acérrimo de su cofradía, Vallejos atenta contra el alma de Chile y los chilenos, buscando eliminar astutamente a través de una “ley” la tradición ancestral de los habitantes del país.
Figuras como Vallejos son las marionetas locales propicias para la ejecución de estos programas internacionales que buscan en conjunto y en última instancia eliminar todo concepto de familia, de Patria y de Dios en las personas, tornándolos en esclavos de la dictadura mundial –el globalismo–.
Rafael Videla Eissmann