Por: Miguel Henríquez, concejal de Los Andes
Estas últimas semanas algunos alcaldes de la región de Aconcagua en un hecho fuera de tiempo y con una desinformación abismal firman una carta proponiendo el ya trillado embalse de Puntilla del Viento. Esta aseveración demuestra que lejos están los alcaldes de los problemas del agua en general y de la sequía en particular.
Cualquier ciudadano medianamente interesado en el tema sabe que la historia se remonta a 1925 donde comenzaron estudios, pero lo más cercano fue lo que se hizo a inicios de la década de 1970, donde se hicieron obras efectivas para realizar el embalse pero la dictadura acabo con esa posibilidad. De ahí en adelante, todo ha sido sólo anuncios sin ningún respaldo político de todos los gobiernos de turno. Además de evidentes obstáculos económicos porque es muy caro retirar la carretera, líneas eléctricas, alcantarillados y la línea férrea y volver a construirlos; geográficos porque hay mucho sedimento arrastrado por el Aconcagua; geológicos por la falla de Pocuro (estudios de Rober Curry y Levy Manzur) y otras descubierta estos días como la falla del Cariño Botado; financiero porque el costo versus el beneficio y los años de utilidad del embalse son mínimos (informe del M.O.P a cámara diputados 2011), en fin, una serie de argumentos técnicos.
No obstante, quizá los alcaldes firmantes quisieran insistir en una utopía, y quisiera recordarles que existen varias comunidades de Los Andes y San Esteban con miles de habitantes, que viven desde hace mucho tiempo en Río Colorado, Los Chacayes, Vilcuya, Primera Quebrada, etc., que tienen casas y terrenos avalados por el propio Estado de Chile y con todas las documentaciones legalizadas, e incluso el mismo Estado y municipio les ha otorgado pequeños proyectos para que puedan vivir ahí legalmente y mejorar su calidad de vida. ¿Quién de los 10 alcaldes va a venir a sacar a nuestra gente? ¿Vendrá el alcalde de Panquehue? , ¿Será el alcalde de Los Andes? ¿Quién se hará responsable?, espero no ver a estos vecinos, una vez más, en la carretera cortando el Camino Internacional con todo lo que eso significa para la paz de la región.
Ahora, si en realidad el tema es la sequía, dejemos a los muertos tranquilos, enfoquémonos en apoyar políticamente las obras hidráulicas pendientes, realicemos infiltraciones a napas subterráneas, construyamos piscinas en el mismo río que infiltren aguas, fiscalicemos a las mineras Anglo y Codelco que ocupan las aguas al pie del glacial y las desvían a su voluntad, edifiquemos embalses laterales pequeños en sectores altos de la montaña y con respeto al medioambiente. Fomentemos la Modernización y eficiencia del riego, que el Estado pare de subvencionar los cultivos de paltos que estrujan los acueductos y sigamos con los que consumen menor agua y motivemos para que se cultiven esos árboles. En fin, tantos proyectos viables que descansan en escritorios de los verdaderos responsables.
