Por: Palmira Ramos Cruz, profesora-escritora
El LIBRO ¿dónde está? ¿qué viajes ha recorrido el libro desde aquellos manuscritos hallados en las tumbas de la primera dinastía del Antiguo Egipto, 5000 años antes de Cristo; desde la escritura sobre tablillas de arcilla de la biblioteca de Nínive, aproximadamente 3000 años antes de Cristo; desde los primeros embarques de papiro que llegan a Grecia, desde manuscritos chinos sobre tablillas de madera y sobre seda; desde el primer libro que tuvimos en nuestras manos, desde todos los tiempos? EL LIBRO lleva en su memoria tanta historia humana, real o ficticia; pero ¿dónde está?, en las bibliotecas , en las escuelas, en los veladores, en los anaqueles; letras, palabras, frases y oraciones escritas que se transforman en imágenes y nutren el alma humana sensibilizando la naturaleza que se transporta del papel a la sangre que late con su irrigación apasionada por nuestras venas.
El LIBRO con sus páginas siderales siempre fieles a la cristalización de los sueños de personajes y emociones poéticas que se traducen en titilación de autores y autoras que dejan su impronta cultural escribiendo, incansablemente, mientras el papel impreso se dibuja en los tiempos que van dando marejadas ensoñadoras al porvenir. EL LIBRO es una figura investida de acciones y pensamientos que se anudan en las miradas de un lector ávido de conocer la trama de la vida que bulle entre atmósferas creadas y recreadas que gritan en su olor a papel fulgurante de recuerdos y mitos.
El LIBRO está de día, pero un día para tomar su presencia en nuestras vidas, para saber que el desarrollo de la tecnología no debería opacar esta sapiencia que nos trae en cada una de sus páginas; este día en el cual pensamos que es importante, porque nos damos cuenta que somos lectores que recreamos junto a los autores. El libro parece llorar en los estantes su soledad, el libro parece sentir el desprecio cuando vemos en internet los libros digitales que nos invitan a su lectura y lo dejamos pasar.
Un 23 de abril de 1616 fallecen Miguel de Cervantes, William Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega, y ese mismo día y año nacen otros grandes escritores. La Unesco consideró en el año 1996, esta fecha como creación del día Internacional del Libro y del Derecho de Autor, cuán importante es valorar este derecho de autor tan olvidado en estos tiempos debido a la gran cantidad de libros que se fotocopian o imprimen sin respetar ese Derecho. Y desde el autor que transita por los tiempos de la modernidad hasta el lector que huele un libro con interés, pronto a descubrir ese acto de creación en la más sagrada complicidad de la imaginación. Respetar el derecho de autor es vital para la identidad de un libro.