Por Javier Rodríguez, investigador Línea de Turismo, CITYP. www.cityp.org
En la actualidad el turismo es una actividad socioeconómica que ha tenido un crecimiento sostenido durante los últimos cinco años, llegando a 5,6 millones de visitantes durante el año 2016 según el Servicio Nacional de Turismo (Sernatur). Esta contingencia transmite la necesidad de realizar transformaciones en la forma de observar, investigar e intervenir el ámbito turístico, reconociendo el papel que cumple la producción de «información» asociada al turismo, tanto en cantidad y en nivel de detalle, como también, en desagregación óptima para su uso, ya sea por los actores vinculados directa o indirectamente con el sector, con el objetivo de generar la capacidad de contribuir en el monitoreo y minimización del impacto que esta creciente actividad genera, considerando además la variedad de productos turísticos y sus respectivos flujos de demanda actuales y potenciales en los 84 destinos turísticos clasificados como potenciales, emergentes y consolidados a lo largo del país (Sernatur,2015).
El interés para reflexionar sobre este tema surge a partir del trabajo desarrollado por el CITYP, específicamente en la identificación de los actores institucionales que participan en la toma de datos, al tipo de información turística que se produce en la actualidad, y a la caracterización de la experiencia chilena vinculada al desarrollo de «observatorios turísticos». Este trabajo, permitió poder apreciar los desafíos futuros en el ámbito de producción de información que debe enfrentar nuestro país para su desarrollo desde un enfoque de sustentabilidad, considerando el carácter estratégico que posee en la actualidad la actividad turística para la economía interna y desarrollo del país (Ley, 2010, Art 2). La realización de este trabajo surgió a partir de una pregunta específica;
¿La producción de información turística en Chile contribuye con el desarrollo sustentable de los destinos?
Si se observan los datos disponibles, podemos tener un primer dictamen en que es insuficiente. Esta situación responde principalmente al tipo de información turística que en la actualidad se produce, tanto a nivel nacional como regional, la cual está focalizada principalmente en generar una caracterización relacionada con la sustentabilidad económica, focalizándose en describir los flujos de demanda y aspectos asociados a la planta turística (oferta) que tienen los destinos turísticos a lo largo del país. Entre los indicadores que se producen a nivel nacional se encuentran por ejemplo; El gasto turístico diferenciado entre el turismo interno y receptivo, la identificación y caracterización por tamaño y servicios de las empresas a través de las ventas y empleo que generan, número de camas, tasa de ocupabilidad de habitaciones, pernoctaciones de extranjeros y chilenos,
TURISMO Y PATRIMONIO
inversión privada en turismo, cantidad de agencias de viajes y tour operadores, servicios de arriendo de vehículos, de transportes de pasajeros, agencias de turismo aventura, guías de turismo, artesanías, cantidad de atractivos de jerarquía nacional, regional e internacional, el gasto con tarjeta de crédito extranjera (GTCE), entre otros. Junto a ello, está la información que se produce relacionada con el perfil del turista nacional e internacional, generando indicadores vinculados a los motivos del viaje, a las actividades realizadas en los destinos, los medios para elegir el destino, etc. Cada uno de estos indicadores son producidos por diversas instituciones, entre las cuales se encuentran el Servicio de Impuestos Internos (Sil), el Instituto Nacional de Estadística (INE), Sernatur, Municipios, Corporación Nacional Forestal (CONAF), las direcciones de puertos y aeropuertos, entre otras.
A partir de la descripción anterior, se puede apreciar que en la actualidad existe un déficit de información vinculada a monitorear los otros ámbitos que conforman la sustentabilidad turística, como es el caso del ámbito sociocultural, el cual se vincula a las comunidades locales y su patrimonio histórico-cultural, y el ámbito medioambiental, relacionado con el resguardo del patrimonio natural de los destinos turísticos. En este sentido y de manera de ejemplo, y según lo planteado por la Organización Mundial del Turismo (OMT) y la propuesta para distinguir desde un enfoque integral los destinos turísticos sustentables elaborada por el (Sernatur) y la Universidad Andrés Bello (2014), se observa un déficit de información vinculada a los riesgos ambientales del destino, a la realización de inventarios actualizados de hábitats y especies amenazadas y en peligro de extinción, al porcentaje de empresas que cuentan con un sistema de monitoreo, información y mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero, a la generación de sistemas de monitoreo de disponibilidad de agua por parte de los diversos servicios turísticos, al porcentaje de empresas turísticas que cuentan con un sistema de gestión de residuos sólidos, a la elaboración de planes o sistemas de manejo de las cuencas hídhcas, al nivel de información vinculada al compromiso de la comunidad local en planes de turismo, a la conservación del patrimonio histórico y cultural, a la generación de sistema de tratamiento de quejas, entre otras.
Una forma en que diversos países y destinos turísticos han abordado esta situación, ha sido a partir de la implementación de los «observatorios turísticos», los cuales son ante todo, un informe de coyuntura que, como todos, nos proporciona información sobre un campo concreto de la actividad humana, que en este caso específico es la actividad turística, la cual ayuda al proceso de toma de decisiones y al desarrollo del planeamiento operativo (corto plazo) y estratégico (Mediano-Largo Plazo) del sector turístico (Torres, 2009). En definitiva, tiene como propósito «sistematizar y generar información cualitativa y cuantitativa de temas vinculados a la actividad turística, para medir la evolución del turismo y la sustentabilidad en el sector público y privado del Estado, para determinar la relevancia de las acciones locales emprendidas en el sector turístico, así como apoyar la planificación del destino turístico de la localidad» (Segrado, Arroyo y Palafox, 2009: 156).
TURISMO Y PATRIMONIO
Si observamos la experiencia Chilena en la implementación y desarrollo de este tipo de herramientas, esta no ha tenido los resultados que se esperaban, debido principalmente a que la creación e implementación de esta herramienta a nivel regional se desarrolló en el marco de una política de proyectos que tenía una duración de cuatro años en su mayoría, participando instituciones como la Corporación para el Fomento de la Producción (Corfo), Sernatur, Universidades, y los Gobiernos Regionales de Valparaíso, Biobío, Coquimbo, Aysén, Maule, Tarapacá. Este contexto significó un problema generalizado que las iniciativas no pudieron resolver, vinculado a la sostenibilidad económica una vez finalizado el proyecto. Esta situación visualiza la necesidad futura de incorporar este tipo de iniciativas en la política nacional para el desarrollo turístico impulsada por la Secretaria de Turismo.
Para comprender la vinculación que tiene el desarrollo de los observatorios turísticos con la implementación de un turismo sustentable, se deben observar experiencias que han tenido éxito en el escenario internacional. Un caso es lo ocurrido en las islas de Galápagos (Ecuador), donde se implemento esta herramienta hace una década aproximadamente, permitiendo un crecimiento y desarrollo sustentable de la actividades turísticas que se desarrollan, a través del tipo de información y el como la producen los más de 700 guías que pertenecen a la Red de Monitoreo, quienes tienen la labor de generar información para el observatorio sobre las especies introducidas que más han visualizado en los sitios que visitan, problemáticas de manejo que han detectado o el reporte de cambios de comportamientos que han presentado especies endémicas, entre otros indicadores. El valor de este trabajo se vincula con el tipo de dato, la periodicidad que se recopilan, analizan y publican esta información, además del envío que realizan a las distintas direcciones del Parque Nacional de Galápagos, Ministerio de Turismo y otros actores vinculados a la gestión adecuada del turismo.
Finalmente, si observamos nuestra realidad local y considerando las características que posee el Valle de Aconcagua como destino turístico emergente (Sernatur, 2015), cuyo ciclo de vida está en la etapa de Implicación o desarrollo del Turismo de Intereses Especiales (TIE), existiendo una serie de atractivos turísticos vinculados al patrimonio históhco-cultural y natural, donde la implementación de este tipo de herramienta cobra mucha importancia para el monitoreo de la dinámica de la actividad en el territorio, y así poder contribuir a partir de la gestión de la información en la sustentabilidad económica, sociocultural y medioambiental, generando de esta manera un aporte en su competitividad futura. Es por este motivo que el CITYP, se encuentra trabajando actualmente en la elaboración de un proyecto que va en esta dirección.