Por: Ricardo Hurtubia, Académico Escuela de Arquitectura UC, investigador del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI).
El uso de la bicicleta ha crecido de manera notable en Santiago en los últimos años, llegando a 700 mil viajes el año 2012 según datos oficiales, y hoy posiblemente superando el millón. Mientras este crecimiento se ha dado en toda la ciudad, el sector donde más se ha dado son las comunas de Santiago, Providencia y Las Condes. Esto se debe a que estas comunas concentran gran parte de los trabajos de la ciudad, pero, al mismo tiempo, son las comunas que más infraestructura para bicicletas han construido. Sin embargo, mucha de esta infraestructura es de una calidad cuestionable, mientras que la red de ciclovías dista de estar bien conectada y permitir llegar cómoda y seguramente a todos lados.
A pesar de lo anterior, el número de viajes en bicicleta en Santiago es bastante alto, comparable en términos relativos al de ciudades como Nueva York o Londres (que han invertido mucha plata y destinado mucha calle a la bicicleta) y en términos absolutos al número de viajes en auto que utilizan las autopistas urbanas. Sin embargo, estas últimas reciben una gran cantidad de recursos públicos (a modo de ejemplo Américo Vespucio recibirá US$450MM) mientras que la inversión en ciclovías es bastante pobre.
Invertir en más y mejor infraestructura ciclista induciría a hacer crecer el número de viajes en bicicleta, lo que evidentemente beneficiaría a los ciclistas (recientemente la Encuesta Nacional de Salud mostró una alta correlación entre indicadores de salud y el uso de modos activos de transporte) pero, además, a los automovilistas, que experimentarían menos congestión. Los mismos datos oficiales muestran que en Santiago el 67% de los viajes que se hacen en auto son de menos de 7km de largo, una distancia perfectamente pedaleable. Si lográramos que un quinto de esos viajes cortos se hiciera en bicicleta, eliminaríamos cerca de 600 mil viajes en auto, lo que contribuiría a reducir la congestión de forma importante, además de casi duplicar la partición modal de la bicicleta y permitir que 600 mil viajes se hagan de manera más eficiente, saludable y sostenible.
Hemos hecho muy poco por la movilidad sustentable hasta ahora y, sin embargo, hemos logrado mucho. Imaginemos cómo sería si hiciéramos un pequeño esfuerzo adicional.