Por: Eugenio Astudillo
Es lamentable lo que ha sucedido con una Institución tan respetada y querida como lo es Carabineros de Chile. Hasta hace un tiempo atrás era impensable que algo así sucediera, tanto en sus finanzas internas, como en sus responsabilidades operativas.
La reciente muerte de un comunero mapuche en días pasados ha dado paso a una avalancha de críticas generales contra ellos, algunas razonables, que se pronuncian casi siempre ante la pérdida de vidas humanas, pero que ahora, en este caso específico, por otras circunstancias, han dado un espacio propicio, para que los aprovechadores de siempre, den riendas sueltas a sus intereses personales y políticos, tratando de sacar míseras ganancias partidistas para sus desprestigiadas causas doctrinarias, que mayoritariamente, siempre se han fundado en base a mentiras, venganzas y/o a promesas nunca aplicadas en temas sociales, pero que hoy, ante esta confusión, les ha permitido autoproclamarse como grandes defensores de miles de derechos; entre esos los humanos, y se han pasado días vociferando; según conveniencia, sobre las agresiones; según ellos, a los indígenas, defensoras de géneros, a transexuales y pobres niños escolares, escondiendo tras esto, sus responsabilidades de las malas decisiones tomadas, en algunos episodios de sus vidas cuando tuvieron el poder.
Ante este lamentable acontecimiento que truncó la vida de un joven aborigen del sur de Chile, y que se agravó por el asunto de destrucción de pruebas por parte e Carabineros, y sumadas a otros antecedentes anteriores como el caso Huracán, los oportunistas de siempre, olvidándose o haciéndose los desentendidos de sus varias incumplidas promesas y mentiras usadas durante sus actuaciones políticas y seudo unificadoras, y rasgando las vestiduras de santas palomas, simulando actitudes conciliadoras y oportunistas, han tratado de hundir más la imagen de la policía uniformada, en un afán de venganza y des criterio, que por su énfasis y exageración hace imposible creer a la opinión pública, de que ellos solo actúan por la defensa de los derechos humanos; como predican, o por su vocación desinteresada de servicio público en defensa de los problemas del pueblo. Es más, muchos de ellos , ignorando las evidencias caóticas de los manoseados valores sociales de sus gobiernos amigos, que ellos veneran en el mundo, han exagerado hoy la desgracia nuestra, poniéndolos como ejemplo ahora, a sus predilectos regímenes políticos sudamericanos y/o asiáticos, tratando de hacernos creer que ellos son mejores que nosotros, a pesar de que todos ya sabemos, por noticias serias, de las verdaderas falta de respeto a los derechos humanos esenciales que sufren esos pueblos, que ahí si son pan de todos y cada día.
Nadie pone en duda que los últimos hechos de Carabineros han sido bastante lamentables para la institución y todos los chilenos, así se siente, pero desde ahí, nadie puede poner en duda, que aun con lo ya pasado, Carabineros, sigue siendo una institución que debemos proteger y cuidar en su diario quehacer, porque ellos, a pesar de todo lo sucedido recientemente, siguen siendo una organización que da confianza a la ciudadanía, que aun así los respetan, y esperan confiado en su pronta recuperación
Desde hace un tiempo hasta esta parte, el poder político de todos los extremos; izquierda y derecha, en sus repetidos turnos, han tenido a Carabineros; como se dice vulgarmente “para la pata y el combo”, agregándoles además a su objetivo primordial de luchar contra la delincuencia, y favorecer el orden público, la obligación de enfrentar cotidianamente a estudiantes exaltados por sus diversos problemas de estudios, a inadaptados aborígenes de diferentes etnias llenos de venganza, a jubilados despechados por sus malas pensiones, a trabajadores engañados previsionalmente, a ciudadanos de pueblos contaminados, a inmigrantes defraudados, etc., y a todos controlarlos en lugares inciertos, belicosos, diferentes y con encapuchados y bombas incluidas. Hechos que acontecen en los mismos momentos en que nuestros pobres legisladores; que hoy también varios se proclaman como sus críticos, se cabecean en las incómodas butacas de las salas del Congreso, aprobando leyes tan importantes para el país, como el día del Taca Taca, el día del rocanrol, o inventando viajes al extranjero para visitar prófugos de la justicia, y por último, haciendo gallitos con el gobierno aprobando presupuestos de un dólar, y/o de un peso, para partes del presupuesto policial del año 2019. La gran diferencia está en que los últimos ganan en un mes lo que los otros ganan en un año, y que además, estos vapuleados uniformados, deben arriesgar incluso sus propias vidas, y sin derecho a reclamar por sus derechos humanos, aunque los quemen vivos.
La discusión se centra ahora, en que en la trama de esta muerte del joven mapuche, se pueda demostrar judicialmente que tras esta hubo más de una mentira institucional, las que, como opinión pública debemos reconocer las hubo, pero que, aparte de estas, comprendemos además, que adicionalmente a estas, el temor a errores cometidos en el procedimiento policial real, llevó a algunos Carabineros a meter las patas más allá de lo esperado, lo que también es un hecho al parecer evidente, pero, así y todo, esto no faculta, a nadie, para qué, desde aquí y ahora en adelante, se venda la idea de que es imprescindible formar una nueva policía no militarizada, echar a todo los mandos para la casa, y permitir que por estos hechos, se faculte a que cualquier exaltado insulte o agreda a los Carabineros de la calle, por el solo hecho de vestir ese verde uniforme y ser parte de esta policía. La policía uniformada como la que hoy tenemos, aun con sus errores recientes, sigue siendo importante para la tranquilidad del país y sus ciudadanos. Además, a la mayoría de la ciudadanía no le cabe duda, que después de estos lamentables episodios descubiertos, Carabineros va a renacer con nuevos bríos y otros códigos profesionales internos y externos, los que nos augura una buena policía eterna, y que al final tenemos que pensar todos positivamente, de que todos los percances sucedidos han sido un mal sueño con pesadilla, que nos ha afectado como habitantes de estas tierras, pero que no ha sido por culpa solo de Carabineros, sino que también, de nuestros dirigentes políticos, que todos sus errores lo solucionan en la calle enfrentando a la ciudanía con Carabineros.
Estamos seguros de que las autoridades de Gobierno y de Carabineros están preocupados por pasar hoja luego de todo lo malo realizado, y lo antes posible, sacar lecciones para una renovadora doctrina, teniendo siempre claro que detrás de cada policía verde de esta institución, existe, en su gran mayoría de personas, con una vocación de servicio a toda prueba. Si todo esto se coordina bien, estos errores serán pronto solo un mal recuerdo, y tendremos de nuevo una gran policía para enorgullecernos nuevamente como chilenos.
Y lo que es más, y esto va para todos nosotros como seres humanos ¿Quién no ha mentido una vez por salvar alguna circunstancia especial o importante? Mentiras piadosa, mentiras miedosa, mentira para salvar algo querido, mentira por ser aceptado socialmente, etc., y tantas otras mentiras, las religiosas, las escolares, las hogareñas, y la más común de todas…las políticas, me llevan a pedir lo mismo que pidió Jesús a los que querían lapidar a María Magdalena, en este caso a Carabineros “El que esté libre de culpa que lance la primera piedra”.
Esto último, por favor no lo hagan los políticos… Es palabra de Dios, y tarde o temprano le tendremos que dar cuenta, inclusos de nuestros actuales juicios y mentiras
No tengo parientes, ni amigos Carabineros, solo tengo conciencia de lo importante que son ellos en nuestra sociedad.