Por Víctor Catán, presidente de la Asociación de Agricultores de Los Andes; presidente PER Fruticultura Sustentable Región Valparaíso, artículo publicado en la Revista del Campo de El Mercurio.
A mediados de este año me solicitaron presidir el Programa Estratégico Regional Fruticultura Sustentable de Valparaíso, con objetivos claros sobre aumentar el valor de las exportaciones de nuestro sector, sofisticar la producción en base a las demandas de los consumidores, e incorporar prácticas agrícolas que permitan que el rubro se sostenga de aquí al 2030, teniendo en cuenta fenómenos como el cambio climático y la crisis hídrica.
Pero, lo que me motivó de este proyecto de Corfo operado este 2019 por Fedefruta, desde el primer día, fue la importancia de la sensibilidad social de nuestra actividad. Porque potenciar el agro para el país y el desarrollo de todos quienes tienen una relación con este mundo, creemos que es primordial. Aquello implica garantizar fuentes laborales de calidad, dar confianzas y conocimientos mutuos entre las partes, entregar condiciones que generen una calidad de vida sólida, tranquila, y que el crecimiento toque todas las puertas de quienes somos parte de esta forma de vida.
Hemos visto en estos días manifestarse a la gente solicitando ser escuchados y valorados. Sin embargo, en nuestra actividad es mucho lo que falta de aquello. La política quiero entenderla y aceptarla como una opción de diálogo, y cuando se da de una manera positiva y correcta, aparecen soluciones que muchas veces son enriquecedoras para todos. Cuando no es así, solo se generan distancias, roces y conflictos.
Hoy en día, en el país, todos los políticos deben entender lo que está sucediendo y deben aprender a escuchar. En el campo, todos los días estamos en contacto con la gente, conocemos sus realidades, conocemos sus vidas, y conocemos sus dramas, sus inquietudes, y por supuesto sus miedos. Nuestra actitud debe ser receptiva, a fin de generar las mayores confianzas entre quienes conformamos nuestros equipos.
Y eso es lo más fundamental, porque podemos equivocarnos con plantar alguna especie y con miles de otras cosas, pero a quienes no podemos fallarles es a nuestra gente. Por eso, le pido a todas las personas pensar en lo vital que es el agro para el crecimiento de nuestro país como actividad sustentable en el tiempo, e imprescindible como motor alimentario de la sociedad. En ese sentido, creemos que es clave que el Estado siga participando y apoyando activamente programas como el nuestro, donde se valoran distintos aspectos para el crecimiento de nuestro sector.
Finalmente, la tarea es preservar nuestro rubro para seguir ofreciendo oportunidades de desarrollo en el mundo rural, entendiendo que la calidad de vida en el campo puede ser mejor que en las grandes ciudades, donde se lidia con condiciones muchas veces precarias tanto en transporte como vivienda y seguridad. Con esa mirada clara de futuro para el país, lograremos darle al agro la importancia social que realmente tiene.