“EL SENTIDO DE LA VIDA”

“EL SENTIDO DE LA VIDA”

- en Columnistas
928

Por: Hno. Ángel Gutiérrez Gonzalo

En vacaciones me agrada mucho escribir y recibir cartas. A través de ellas se puede hacer mucho bien: saludar, felicitar, alegrar, animar, consolar, acompañar espiritualmente, compartir experiencias, ayudar a crecer en la fe, acercar a Dios…

En el mes de febrero recibí una carta de un joven amigo, de 17 años, que deseo compartir con ustedes, estimados lectores. Su contenido es el siguiente:

“Querido amigo y hermano Ángel:

Hoy he decidido sentarme a reflexionar sobre lo que ha sido mi vida hasta ahora. Quizá lo que voy a escribir no tenga nada de excepcional; es sólo la reflexión de un joven que hasta hoy no se ha dado cuenta que la vida también tiene su lado positivo. Sé que, aunque quiera, yo no puedo cambiar mi pasado, que usted muy bien conoce, ni borrar el daño que mis quejas han causado a los demás, igual que mi egoísmo, ingratitud e indiferencia. Pero ya no quiero seguir callado, ya no quiero seguir llenando mis días de inútiles lamentaciones que no llevan a ninguna parte. Hoy por fin le he entendido. Quizá el mundo no haya sido tan injusto conmigo. Quizá, mis problemas nunca han sido más que infantiles rabietas con las que sólo intentaba demostrar que estaba aquí.

Pero, ¿Qué pasa con la realidad? ¿Qué pasa con la gente que sufre y yo me he negado a escuchar? ¿Acaso mi llanto por no conseguir lo que anhelaba era más poderoso que el niño que lloraba la muerte de su madre? ¿O el de aquel cansado de la vida que no atendía a razones para continuar?

Hoy, Hermano Ángel, yo las he encontrado, las he comprendido. Sólo he necesitado buscarme en mi interior, allí donde nunca me he atrevido a mirar por no enfrentarme conmigo mismo.

Hay gente que sufre, que pide ayuda y yo seré su voz y sus manos, denunciaré la verdadera injusticia.

Invito a todos mis amigos jóvenes a que caminemos juntos y participemos en la construcción de una sociedad más humana y solidaria. El sentido de la vida está en el servicio a los demás.

Gracias, Hermano Ángel, por su acogida y su amistad”.

Ojalá que muchos padres y profesores lean y comenten, con sus hijos y alumnos esta carta y descubran los sentimientos y las causas que hacen cambiar al joven que la escribe.

A ustedes padres, apoderados, profesores y alumnos, les deseo un FELIZ Y EXITOSO AÑO ESCOLAR 2016.

Comenta en Facebook

Comentarios

Quizá te interese

Mis Historias, libro del andino Patricio Bonelli Canabes

Impreso en los Talleres de Gráfica LOM, Miguel