Por René León Gallardo, Historiador e HijoIlustrede Los Andes (Primera parte. Concluye el miércoles 16)
Al anochecer del 16 de agosto de 1906, a las 20:55 horas, un fuerte sismo de 4 minutos de duración, azotó gran parte del país, entre Illapel y Talca. Luego, a las 20:06 horas, otro sismo, de 7 minutos de duración, aún más potente que el anterior y más destructivo, afectó con especial intensidad en el puerto de Valparaíso donde unas 3.000 personas perdieron la vida. Este último sismo alcanzó una magnitud de 8,2 Richter y una intensidad de IX en la escala de Mercalli. Hubo miles de heridos y muchos fallecieron con posterioridad a los sismos producto de la gravedad de sus heridas. El valle del Aconcagua no estuvo exento de los efectos del fuerte movimiento telúrico que, en San Felipe y Los Andes el sismo se percibió con intensidad VIII en la escala de Mercalli. Se produjeron daños en San Felipe, Los Andes y sus alrededores si bien no se registraron víctimas fatales. Sin embargo, en Calle Larga se registraron 7 muertos, 6 heridos y 163 casas destruidas o inhabitables. El templo viceparroquial de esta localidad, resultó con su torre desplomada y con la techumbre hundida.
Respecto de las consecuencias del terremoto de 1906 y de sus efectos en el valle, podemos agregar que, nuestra ciudad está ubicada junto a una gran falla geológica de acuerdo al análisis que hace el Dr. Juan Bruggen en su obra Fundamentos de la Geología de Chile , al respecto el connotado geólogo alemán, dice:
“Muy fuertes han sido las destrucciones en todo el valle del Aconcagua, desde la costa hasta Los Andes. A esta destrucción contribuyó no sólo el subsuelo malo, formado por ripio lleno de agua, sino en primera línea las numerosas fallas que atraviesan el valle”.
Más adelante, la misma obra técnica, continúa diciendo:
“Al salir del estrecho cajón glacial situado en la Cordillera de los Andes, el río Aconcagua entra en la hoya rectangular de Los Andes-San Felipe. Su límite oriental está formado por la gran falla del pie de la alta cordillera. Esta falla proviene desde la hoya de Santiago, pasando por Colina. En el cordón transversal de la Cuesta de Chacabuco, la falla se removió unos 7-8 km hacia el este en la falla transversal que limita la hoya de Los Andes por el sur. Hacia el norte la falla continúa más allá de de la hoya de Los Andes, constituyendo los gigantescos escalones con que descienden las mesetas de la Laguna del Copín, al NE de los Baños de Jahuel. También la falla occidental de la fosa de Los Andes está muy bien desarrollada; corre de San Felipe hacia el sur, avanzando en forma escalonada hacia el este”.
Nuestra ciudad, como se ha expresado, no experimentó víctimas fatales pero sufrió algunos daños en el edificio de la Gobernación, como caída de cornisas y el desprendimiento del asta de la bandera. Otros, como el Hotel del Comercio, vio destruida una de las dependencias que se desplomó hacia la calle del Comercio, actual calle Esmeralda. La antigua Farmacia y Droguería Esmeralda tuvo daños en cornisas y en su fachada. Muchas casas resultaron con sus muros agrietados y cornisas desprendidas pero sin mayores daños. En cuanto a los edificios públicos, sufrieron serios deterioros la Escuela Modelo (hoy Casa de la Cultura), el cuartel de Policía y la casa habitación del Prefecto. Por su parte el Juzgado y la Cárcel Pública, quedaron en estado ruinoso. Los reos debieron ser sacados de sus celdas e instalados en los dos patios en carpas obtenidas por la Gobernación. Se aumentó la custodia con la fuerza de policía por lo que no se registraron evasiones u otros atentados de los reclusos. La prensa local decía que la situación de los reos era angustiosa y el Alcaide creía que era necesario construir un galpón de hierro para el abrigo de los presos mientras se reparaba el recinto carcelario. (continuará).
