El Concejo Municipal de Los Andes presisido por el alcalde Manuel Rivera hizo entrega de la distinción de Hijo Ilustre de Los Andes 2018, al profesor e historiador Carlos Tapia Canelo. El siguiente es el discurso de agradecimiento que pronunció en la ceremonia del pasado jueves realizada en el Gimnasio del Colegio María Auxiliadora.
«Señor Alcalde de Los Andes, Don Manuel Rivera Martínez
Concejalas y Concejales
Autoridades todas
Vecinas y Vecinos
Antes que todo, mi sentido agradecimiento al Honorable Concejo Municipal, de mí siempre amada ciudad de Los Andes, gracias por honrarme con la designación de Hijo Ilustre.
Se dice que el agradecimiento es la memoria del corazón y en el corazón habitan nuestros sentimientos… Esta noche tan especial hablare desde la emoción, espero poder controlarla para expresar lo que mi espíritu siente en estos significativos momentos. Mediréis entonces fácilmente la emoción con que ocupo esta tribuna.
En esta noche especial, de repartición de los panes y elevación espiritual, recuerdo la fuerza interior traducida en el amor, que he sentido desde muy joven por mi Patria Chica. Es el cariño a la tierra que me vio nacer, en una fría mañana de un 31 de Julio, lo que me ha impulsado a trabajar incansablemente por todo aquello que signifique resaltar nuestra historia y patrimonio. Lo hago de forma intencional, con el propósito de inculcar en los vecinos el sentimiento de andinidad y pertenencia, que estoy seguro sirve de palanca para impulsar el desarrollo y progreso de los pueblos.
El musculo, él pensamiento y el espíritu me han llevado a través del tiempo a contar a mis coterráneos, mediante programas de radio, charlas y ediciones de libros, la importancia de nuestra historia. Y a mostrar la belleza de nuestro ubérrimo valle, a través de la televisión, como así también, mediante la investigación histórica, descubrir y propagar el glorioso pasado de mi querida tierra andina. Rescatar la historia y refrescarla me han permitido también conocer los hilos dorados con los cuales nuestros antepasados fueron tejiendo con amor, sacrificio y esfuerzo las transformaciones que le han dado su actual fisonomía, a la siempre progresista ciudad de Los Andes. Sabido es que aquellos pueblos que han podido salvar su fisonomía primaria, sus raíces, a través de las evoluciones del tiempo, son exitosos y eternos.
Vecinas, Vecinos de verdad os digo que mi deseo de contagiarlos con el asombro y alegría que siento al descubrir lo valioso de nuestro patrimonio, la belleza de nuestro entorno y la sapiencia de quienes han forjado nuestro admirable pasado me motivaron y motivan a participar activamente en diferentes actividades del quehacer andino y me sirven de acicate para continuar aportando con amor, fuerza, vigor y humildad por sobre los honores y vicisitudes de la vida.
El trabajo que he desarrollado por mi terruño, ha sido siempre voluntario, aportando desde mis horas de descanso a resaltar la importancia de Los Andes en la historia nacional, ello impulsado por el asombro y emoción que me produce recatar desde los escondrijos de la historia, hallazgos del heroico y glorioso pasado andino.
Al momento de la cosecha vienen los agradecimientos a mis seres más queridos y cercanos, aquí la emoción se puede amalgamar con la palabra. Gracias, Gracias a todos por el homenaje y los aplausos que lo resaltan, por los sentidos abrazos y muy especial y sentidamente a mi esposa, Consuelo. Es ella, mi compañera, bálsamo y luz señera que guía mi trabajo voluntario como activista de mi querida tierra andina. Sin el apoyo de ella seguramente esta significativa designación de Hijo Ilustre de Los Andes, no habría sido posible.
Vecinas y Vecinos os pido excusas, para continuar con mis agradecimientos:
A mis hijos: Carlos Eduardo, Consuelo Ximena, Francisco Javier y Cesar Enrique a quienes, he privado de horas de mi compañía, amor y enseñanza. A mis nueras y yerno, a mis hermanos en sangre y espíritu, a mis amigas y amigos, a mi nieta por nacer y a mis siete nietos y muy especialmente a quienes hicieron posible mi existir, mis padres, Eduardo y Herminia que iluminaron mi infancia y me educaron en el seno de una familia que siempre permaneció unida por el amor, desde un lugar, para nosotros desconocido, siguen siendo un faro en mí existir.
Reitero mis agradecimientos al Concejo Municipal, deseándole el mayor de los éxitos en su delicada y difícil gestión.
Desde la emoción de estos momentos de goce, mi espíritu se agita, miro el mañana pensando en Los Andes, desde el ayer, hacia el presente y hacia el futuro, y lo veo glorioso y vigoroso avanzando es pos de un mañana pletórico de realizaciones.
Albricias por esta inolvidable noche, con Los Andes en el pensamiento, la acción y el ensueño, con Los Andes en el corazón de todos aquellos vecinos de buena voluntad que sienten el llamado a trabajar por el Progreso y Desarrollo de nuestra amada Patria Chica que es nuestra siempre activa ciudad de Los Andes.
Gracias a todos por vuestra compañía y por regalarme esta instancia de compartir con todos ustedes sentimientos íntimos y mí publica confesión del amor que siento por mi tierra natal.
Que el gran hacedor nos colme de bendiciones».