Emotivo recuerdo a los mártires de la Primera Compañía de Bomberos a 30 años de la tragedia en el río Aconcagua

Emotivo recuerdo a los mártires de la Primera Compañía de Bomberos a 30 años de la tragedia en el río Aconcagua

- en Los Andes
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El casco de la tenida de parada es entregado por familiares a los oficiales de la Primera Compañía Bomba Andes.

Se efectuaron actos solemnes en el sector de Las Vizcachas y se participó en misa

El sábado se cumplieron 30 años del episodio más triste y lamentable en la historia del Cuerpo de Bomberos de Los Andes, como fue la tragedia ocurrida el 25 de noviembre de 1987en el río Aconcagua y que costó la vida a cuatro bomberos pertenecientes al Grupo de Especialidades de la Primera Compañía Bomba Andes, siendo ellos el ayudante de compañía Guillermo Alfredo Muñoz Rojas, de 28 años; el instructor de canotaje Gregorio Luciano Díaz Flores, 34 años; y los bomberos Andrés Antonio Améstica Herrera y Carlos Alberto Rombado López, ambos de 19 años.

Por ello, la tarde del sábado se recordó con profunda emotividad a los mártires de la institución andina fallecidos en acto de servicio, realizándose como cada año ceremonias solemnes y luego participando de una misa.

Las actividades que fueron encabezadas por el superintendente Enrique Muñoz, el segundo comandante Guillermo Fernández y el director de la compañía, Juan Leiva, participando también aspirantes y voluntarios de la Bomba Andes, entre ellos los dos sobrevivientes, Marcos Fernández Cortés y Luis Mardones Mardones; bomberos de las otras compañías y familiares de los fallecidos.

Pasadas las 17:00 horas se subió hasta el sector Las Vizcachas en el camino internacional, llegando en primer lugar al puente viejo donde hubo formación y desde allí se lanzó una ofrenda floral al río, rememorando la partida de los camaradas bomberiles.

Luego, los asistentes se trasladaron hasta el sector donde se emplaza el memorial que recuerda a los cuatro mártires ubicado a un costado de la ruta, rindiéndose los máximos honores que contempla el ceremonial bomberil, haciéndose sonar en ese momento la sirena del cuartel general como de los carros presentes en la ceremonia, a la vez de tocarse la campana que despide a los bomberos que parten de este mundo.

BALSA CHOCÓ CON ROCA CUBIERTA POR EL AGUA

En la oportunidad, el tesorero de la Primera Compañía, Jorge Herrera, dio lectura a una reseña que rememora la tragedia de los cuatro mártires y la vida bomberil de cada uno de ellos.

Señaló que el día 25 de noviembre de 1987 los bomberos voluntarios que conformaban el Grupo de Especialidades de la Primera Compañía del Cuerpo de Bomberos de Los Andes desde muy temprano realizaban labores de rastreo y búsqueda de una persona por la ribera del río Aconcagua. La desesperada solicitud que la familia hiciera a las autoridades de la época, motivó que los jóvenes integrantes de la unidad concurrieran en un importante número al llamado de los oficiales.

“La Compañía Bomba Andes había asumido la responsabilidad de efectuar labores de rescate de personas, preparándose para esto en diferentes técnicas para cumplir el objetivo, de esta forma el grupo se dirigió al sector Las Vizcachas. Fueron cinco los valerosos bomberos que junto a su instructor de canotaje surcaron las torrentosas aguas en una completa búsqueda en el lecho y ribera por el sector Puntilla del Viento, lugar inaccesible desde la ruta internacional. El infortunio quiso que la balsa sufriese un accidente al chocar contra una gigantesca roca cubierta por el agua y despedir por los aires a sus ocupantes. Dos de ellos, Luis Mardones y Marcos Fernández, lograron, ayudándose mutuamente, alcanzar la orilla y esperar la ayuda de lugareños, sujetándose de ramas de sauces. Sin embargo, el río Aconcagua cobró la vida de cuatro valientes jóvenes andinos, cuyo espíritu de servicio al prójimo, forjado en varios de ellos desde la más temprana edad en la Brigada Infantil de la Primera Compañía, los llevó a elevar sus almas hacia el Altísimo con el más sublime martirio”.

CAMBIO DE BANDEROLAS

A continuación se efectuó el cambio de banderolas del memorial, que realizaron los bomberos Luis Mardones y Marcos Fernández, siendo entregadas las retiradas al superintendente y al director de la Primera Compañía.

ENTREGA DE ESCRITO Y CASCO

Seguidamente, se escuchó el audio en voz del entonces capitán de compañía, Waldo Herrera, de un texto que escribió por la tragedia Marcos Fernández, el que mantenía guardado la familia Fernández Muñoz y que en esta ocasión fue entregado al director y capitán de la compañía. Asimismo, familiares del mártir Guillermo Muñoz hicieron entrega del casco de parada a los oficiales, lo cual desde ahora será resguardado en las vitrinas del Museo Histórico de la Bomba Andes.

“UN DOLOR TAN INMENSO”

El superintendente del Cuerpo de Bomberos de Los Andes, Enrique Muñoz, a referirse a este lamentable hecho y recordar a los cuatro mártires, indicó que como institución “no quisiéramos volver a vivir un dolor tan inmenso, que desde el comienzo del día era de esperanza y al correr de los minutos se convirtió en desilusión y mucho dolor. Este acontecimiento nos señalará el camino en el futuro, ya que este es un acto inigualable que transmiten la energía de aquellos que escribieron esta epopeya y que el común de la gente tal vez no sea capaz de descifrar, como lo hacemos nosotros, porque son ellos los únicos que se fueron cumpliendo cabalmente nuestro ilustre lema”.

“TIEMPO DE PEDIR PERDÓN A LAS FAMILIAS”

Por su parte, el director de la Bomba Andes, Juan Leiva Salinas, señaló que los mártires, junto a los bomberos del Grupo de Especialidades, son verdaderos precursores en el área del Rescate del Cuerpo de Bomberos de Los Andes. “Hoy es momento para agradecer los gestos que han tenido las familias de los mártires para con la institución, en especial al entregar a nuestro resguardo piezas históricas para nuestros museo. Pero también es tiempo de pedir perdón a las familias de cada uno de nuestros camaradas que dejaron su vida en el servicio, porque sin duda si hubiésemos tenido la capacitación, el equipamiento adecuado y hubiésemos tomado otra decisión respecto a ingresar a las torrentosas aguas del Aconcagua, hoy no estaríamos en este lugar rememorando su muerte”, experesó.

COLOCACIÓN DE OFRENDAS FLORES Y MISA

Luego oficiales de Bomberos y familiares efectuaron la colocación de ofrendas florales en el memorial.

De regreso en el cuartel de calle Esmeralda, se hizo colocación de ofrendas en el monolito ubicado en el frontis de la Primera Compañía Bomba Andes y a continuación se asistió a la misa sabatina en la Parroquia Santa Rosa presidida por el padre Mauricio Cruz.

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