Los Andes se manifestó con gran número de personas en la misa de funeral
Los Andes a través de su gente se emocionó y hasta derramó lágrimas para dar el último adiós a su Hijo Ilustre, Hernán Barrera Alvarez, en la misa de funeral oficiada la tarde de ayer en la Parroquia Santa Rosa, donde numerosas personas, entre autoridades, jefes de servicios, representantes de instituciones y de organizaciones de la comunidad, colmaron el templo religioso para testimoniarle el aprecio y admiración a un andino que supo contribuir al progreso y desarrollo de su ciudad natal.
Oficiada por el padre Mauricio Cruz Lolas y concelebrada junto al diácono Wilfredo Figueroa, la misa con hermosos cantos líricos conmovió a todos quienes asistieron para acompañar a la esposa e hijos y familiares del extinto hombre público, cuyo cuerpo posteriormente fue llevado al Cinerario del Cementerio Parque del Recuerdo, de Santiago, para cumplir un expreso deseo.
Manuel Rivera, alcalde de la Municipalidad de Los Andes; Sergio Montenegro, presidente de Rotary Club de Los Andes; Marta Yochum, concejal y a nombre del Comité de Damas Rotarias; Patricio Carvajal, a nombre de la Agrupación Lírica de Los Andes; René León, historiador y a nombre de los amigos, destacaron la figura y obra de Hernán Barrera, profundizando en sus valores y espíritu de servicio que tenía para impulsar iniciativas de progreso para Los Andes.
A nombre de la familia, agradeció con emocionadas palabras su hijo Juan Pablo.
ALCALDE DE LOS ANDES
«Con especial emoción y, por sobre todo, me corresponde el honor al momento de esta despedida terrenal, rendirle un merecido homenaje a un insigne hijo andino», dijo en su intervención el alcalde Manuel Rivera. Y agregó: «Honor, porque soy parte de esas generaciones que crecimos de la mano de muchos prohombres andinos, como usted. Es que fueron y han sido sus esfuerzos, trabajo y visión los que ayudaron a sembrar y cimentar lo que hoy nuestra ciudad y provincia es.
Hoy seremos varios los que a nombre de muchas instituciones, los que evocaremos su inmensa labor y su inmenso compromiso con su tierra, que se concretó con obras y acciones relevantes.
Nos recordaremos de sus pasos por el Instituto Chacabuco y Liceo Maximiliano Salas Marchán; de su amor por su profesión; de su cariño inmenso para su querido Rotary; de su visión de liderazgo en la Junta de Adelanto y la FILAN; de su presidencia en la Asociación de Comerciantes e Industriales de Los Andes; de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Andescoop; de su pasión por la cultura y la lírica y su agrupación; y obviamente, hoy como alcalde de Los Andes, valoro su labor en el Consejo de Desarrollo Comunal, y en el Honorable Concejo Municipal de Los Andes donde nos acompañó durante tres períodos.
Todo esto le significó ser honrado como Hijo Ilustre de Los Andes.
Por esto y por sus obras, hoy le damos las gracias, y lo hago a nombre de toda la comunidad andina y nuestro concejo comunal». Y el alcalde profundizó en sus conceptos:
«Gracias por entregarnos cultura a través de la lírica y la historia; gracias por entregarnos la TV abierta; gracias por gestionanrnos los visionarios trabajos en nuestro querido Cerro La Virgen: gracias por esa Filan por años y que hoy añoramos: gracias por mantener viva a nuestra querida Botica y usted su farmacéutico con nosotros; gracias por forjar familia en Los Andes».
«Soy de aquellos andinos que nació y creció en nuestro centro; que creció viendo su figura y delantal blanco en la esquina de las calles O’Higgins con Maipú; de su infaltable cigarrillo mirando la plaza y cuidando y defendiendo los árboles de nuestra ciudad; conocí de sus otras pasiones: del fútbol, de la caza y del tenis, de su habilidad en el cacho y la brisca; conocí de su firmeza, de sus irónicos chistes y de su gran lealtad y defensa de sus amigos; de su forma directa de decir las cosas».
«Hoy, don Hernán, nos congregan amores compartidos; y por lo mismo, me atrevo a comprometer nuestro trabajo por mejorar parte de ellos. Separa que estamos trabajando, de verdad ahora en mejorar nuestro Cerro La Virgen; y sepa que estoy empeñado en volver con sus queridas Jornadas Musicales que nunca debieron desaparecer.
Somos nosotros ahora, los encargados que las tradiciones y la identidad, que gente como usted ayudó a construir, perduren y no desaparezcan.
Por todo esto, don Hernán, que la paz del Señor lo acompañe y le dé su merecido descanso eterno».