Por: Rafael Videla Eissmann
Miguel Serrano (10 de Septiembre de 1917 – 28 de Febrero de 2009) fue un incansable luchador de los valores tradicionales, defendiendo una concepción trascendente del hombre y del paisaje, en clara oposición a las tendencias imperantes que han socavado toda noción de la familia, del trabajo y de la propia existencia, las que hoy se imponen con el más abyecto materialismo en el cual únicamente predomina el interés, la usura y la tecnología.
Ciertamente, Miguel Serrano es uno de los expositores más significativos del Chile verdadero –de la tierra sagrada de los selk’nam y los araucanos, de los conquistadores y de la raza chilena–, el cual se comienza a sumergir como resultado del globalismo y el así denominado multiculturalismo apátrida y de la “realidad virtual”.
Más allá del decadente presente se proyecta la luz del Ideal de aquellos que como Miguel Serrano combatieron por los valores del espíritu y del trabajo, por la “religión de la amistad” y la concepción superior de la vida.